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En apenas dos años, el ex gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa), Josep Fermín Doménech, ha pasado de ser el fichaje estrella de la alcaldesa de Torrent, la popular María José Català, que se estrenaba en el cargo tras 28 años de socialismo, a estar en la lista negra del PP de la capital de l'Horta Sud; y de ser el blanco de la artillería de la oposición a ser defendido públicamente por el PSPV y el Bloc. En medio hubo escándalos por adjudicaciones y cambios de calificación de pisos, protestas de los jóvenes adjudicatarios, el despido fulminante de Doménech, una sentencia que ahora lo exculpa y una petición de dimisión para el concejal de Urbanismo, Santiago Martí.

Llegó de "Valencia"

El urbanismo de los últimos 20 años en Torrent se ha caracterizado por el consenso entre socialistas y populares. Sólo había críticas de Esquerra Unida o del Bloc. Las grandes operaciones como el desarrollo del PGOU enParc Central o la reclasificación de la huerta en el Safranar no tuvieron contestación. Socialistas y populares trabajaron codo con codo en la constitución de la empresa municipal Nous Espais. Pero con la llegada del PP al gobierno en 2007, el consenso comenzó a romperse incluso entre las propias filas conservadoras. El detonante fue el fichaje por Català de Josep Fermín Doménech, defenestrado del Ivvsa meses antes, al sustituir Esteban González Pons a Rafael Blasco en la Conselleria de Territorio.

La oposición del PSPV y el Bloc vio con recelo que el valedor de las empresas mixtas -ahora en estudio por el Tribunal Europeo- y los macropai en l'Horta como Nou Mil.lenni -hoy paralizado cautelarmente por el TSJ- y Gran Manises desembarcara en Torrent. También la derecha tradicional tuvo dudas sobre la conveniencia de que "uno traído de Valencia" dirigiera Nous Espais, hasta ese momento gerenciada por un alto funcionario municipal.

En año y medio en el puesto, Nous Espais se vio salpicada por escándalos como la adjudicación de un proyecto a una firma dedicada a suministros eléctricos de un ex colaborador de Doménech; un cambio de calificación con aumento de precios de una promoción pública a espaldas de los jóvenes adjudicatarios, o quejas por el trato recibido de Nous Espais de propietarios de pisos municipales o de vecinos del barrio más humilde, Xenillet. El gobierno lo vio claro: culpó a Doménech y le despidió el pasado marzo. Respecto a la oposición la cabeza del técnico no fue suficiente. "Con la marcha de Doménech se demuestra que la alcaldesa y el concejal son los responsables de estas cosas ya que siguen las quejas, los escándalos, las mentiras y la ocultación", indican desde el PSPV. La sentencia que da la razón a Doménech y dice que su despido fue improcedente, además de trasladar la responsabilidad de sus decisiones al edil, así como el bloqueo de unas cartas dirigidas por él a la oposición durante una semana han sido la puntilla. Para algunos sectores del PP, Doménech está detrás de la "campaña de acoso" porque "es de los que muere matando". La oposición, no obstante, quiere la dimisión del edil. De lo contrario, amenaza con seguir la guerra.

González Pons advirtió a Català sobre Doménech

En declaraciones a Levante-EMV y en las cartas que envió a los portavoces de la oposición, Josep Fermín Doménech se congratula de que un juez anónimo "alejado de las intrigas municipales" haya restablecido su figura, al tiempo que apunta a que su destitución fue una decisión impulsada en parte desde fuera de Torrent. De hecho, al designarle nuevo gerente de Nous Espais, María José Català no sólo encontró críticas en casa -en el PP de Torrent y en la oposición-. Un alto cargo del PP local ha reconocido que fue el ex conseller y actual vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons quien advirtió a Català, cuando ambos coincidieron en el Congreso de los Diputados -ella tuvo escaño unos meses- que con Doménech tendría problemas.