La continuidad de Enrique Carpi como alcalde de Alberic podía convertirse en una bomba de relojería y parece que el Partido Popular lo sabía. Apenas mes y medio después de que sus propios compañeros forzaran su renuncia, el ex alcalde pasó el jueves por el juzgado acusado de una agresión sexual. Agentes de la policía judicial de Sueca detuvieron por la mañana a Carpi tras la denuncia que había presentado contra él la mujer de la limpieza que tenía contratada en su domicilio. Carpi declaró en el juzgado de guardia y quedó en libertad con cargos -se le imputa una presunta agresión sexual continuada-, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes.

No obstante, las versiones ofrecidas por Carpi y la mujer que le ha denunciado, que en su niñez había sido alumna del ex alcalde, son contradictorias y no se descarta que la acusación sea producto de una reacción por despecho después de haber mantenido una relación sentimental, según fuentes próximas a la investigación.

Al parecer, aunque las supuesta agresiones sexuales se produjeron siendo Carpi alcalde, la denuncia no se formalizó hasta que éste abandonó la alcaldía el pasado 25 de noviembre, una dimisión que forzaron los propios concejales del Partido Popular bajo la amenaza de una moción de censura.

Los acontecimientos se precipitaron ese día y, de hecho, Carpi llegó a presentar dos escritos de dimisión distintos. En el primero indicaba que su renuncia se haría efectiva el 2 de enero, un aplazamiento que no le fue aceptado por lo que, unas horas después, formalizaba su dimisión con efectos inmediatos. Tanto Carpi como el Partido Popular intentaron maquillar esta renuncia forzosa alegando razones personales y de salud, aunque el deterioro que había sufrido su imagen era evidente por las continuas polémicas que habían rodeado tanto su vida pública como privada.

Carpi no asistió al pleno de investidura del nuevo alcalde, Faustino Sala, celebrado apenas tres días después de su dimisión, pero parece que tampoco nadie le echó en falta. Su sucesor sólo dedicó diez segundos a agradecerle su dedicación al ayuntamiento en los últimos diez años y desearle lo mejor en el futuro, en el que la polémica parece no abandonarle.