Ir al campo a buscar caracoles ha dejado de ser una propuesta inocente para pasar una jornada dominical. Las actuaciones policiales en diferentes puntos de la provincia de Castelló así lo constatan ya que durante 2009 han sido numerosas las identificaciones que se han realizado de personas que portaban sacos del preciado molusco.

Un caso paradigmático es de Vila-real, en cuyo amplio término municipal se ha detectado durante el pasado año una mayor vigilancia de la Policía Local. En el balance de actuaciones de 2009, según los datos aportados ayer por la concejala de Seguridad Ciudadana, Luisa Porcar, y del intendente, Ramón Martínez, destaca un dato contundente: la patrulla rural identificó a un total de 165 personas relacionadas con la recolección ilegal de caracoles. Si elevado es el número de personas a las que se ha localizado con estos gasterópodos en la bolsa, igual de significativo es el hecho de que 34 fueron sancionadas de acuerdo a la ley 24/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad. Se trata de proteger a los caracoles, pero también de controlar los destrozos en las fincas privadas donde actúan. Los buscadores, según relata el intendente, "han bajado en número pero causan importantes daños al remover piedras, lindes y ribazos". Estos caracoles, según las investigaciones de la Policía Local, son buscados, no como un pasatiempo, sino "con la idea de enviarlos a puntos como Girona y otros destinos". Sobre la posibilidad de que se quiera utilizar los moluscos para elaborar las conocidas cremas de "baba de caracol", la concejala, a su vez farmacéutica de profesión, considera tal posibilidad "improbable porque no sirven para esta finalidad". Las actuaciones de la patrulla rural son, en cualquier caso, espectaculares. Sólo en el término municipal de Vila-real se incautó más de una tonelada de este molusco. Una de las operaciones más espectaculares se produjo hace ahora casi una año, en febrero de 2009, cuando se localizaron unos 400 kilos de caracoles y se denunció a cinco personas, tanto por la recolección ilegal como por los daños causados en las fincas.