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Las ilegalidades urbanísticas tienen en la Llosa de Camatxo una variante de lo más peculiar. Vecinos de esa entidad local menor de Alcanalí han denunciado la existencia de entre 15 y 20 casas ilegales en suelo no urbanizable de las partidas de l'Ombria y la Solana del Castell. Son, sobre todo, cabañas de madera que, en algunos casos, se levantaron hace dos y tres décadas y que carecen de suministro eléctrico y de agua potable. En alguna de estas casas ya se ha sustituido la madera por ladrillo, pero su construcción no deja de ser bastante precaria. En el pueblo, estas cabañas que salpican la montaña se conocen como "las casas de los hippies".

Los vecinos que han denunciado la proliferación de estas cabañas ilegales comparan la situación urbanística de la Llosa con la de Llíber, aunque poco tienen que ver. Mientras que en Llíber el ex alcalde, José Mas Avellá, y su aparejador, Amador Signes, concedieron permisos fraudulentos para edificar 300 chalés en suelo no urbanizable (por ello se les detuvo y están imputados por prevaricación y cohecho), en la Llosa de Camatxo las cabañas se construyeron sin licencia y distan mucho de ser chalés.

Con todo, una coincidencia sí hay. El promotor Miguel Muntaner, en prisión preventiva como máximo responsable de la trama de Llíber, también se fijó en la Llosa para hacer negocio urbanístico. Adquirió terrenos en lo más alto de la Solana del Castell, desde donde se divisa el pueblo y las montañas de la Sella (Pedreguer). El ayuntamiento, al contrario que en Llíber, no le permitió construir pues esos terrenos son suelo no urbanizable.