A los 23 años, Loli Alonso Fernández, decidió hacer del ejército su vida. Y a los 34 pensó que ya era hora de cumplir uno de sus sueños y ser la reina de su comisión, la falla El Rajolar, en Benetússer. Sin embargo, no sabía si era posible o si, tal vez, hubiera alguna incompatibilidad que ella desconociera. Preguntó en el cuartel y no le pusieron objeción alguna. Es más, están encantados.

Loli está acostumbrada a que su profesión llame la atención. Fue pionera entre las primeras mujeres que decidieron abrirse paso en el ejército español, y asegura, radiante, que fue una decisión que marcó su vida.

Allí conoció a su pareja, con el que tiene dos hijos, uno de 15 y otro de 4. Fue precisamente por su hijo mayor por el que se hizo fallera de la comisión. "José María fue presidente infantil y decidimos apuntarnos para vivir la fiesta con él. Hasta hoy", afirma sonriendo.