Con un cristal roto, denuncias por desobediencia grave e intento de atropello a dos agentes y una noche en el calabozo. Así acabó el lunes un vecino de Carcaixent que se atrincheró en su coche para evitar que la grúa se lo llevara al depósito. El vehículo en cuestión, un Mercedes R 320 CDI, estaba aparcado en la zona azul de la calle José Vidal Canet de esta localidad.

El conductor llegó cuando la policía ya había avisado a la grúa, por lo que el agente exigió al propietario que pagara la mitad del precio del enganche, 35 euros. El conductor dijo que iba a por dinero, pero cuando regresó optó por encerrarse en su interior.

Enrique I. U. asegura que existe una persecución "manifiesta" por parte de la policía local contra él, que tiene un negocio en la zona donde estaba el vehículo estacionado y que no hacía ni quince días que había desembolsado 70 euros para sacar el coche del depósito.

"Me inmovilizan el coche. El policía se pone detrás y la grúa se sitúa transversalmente y me dicen que no me puedo ir. Entonces yo decido que no pago el enganche, ni medio, ni entero porque ya estoy cansado de este chollo que tienen conmigo. Porque le he pagado muchas veces a la policía el medio enganche y me ha hecho un simulacro de recibo y se ha quedado el dinero. Entonces cargan el vehículo pese a que está prohibido la retirada con pasajeros en el interior", asegura el conductor.

La policía dice que les "vaciló"

A esas horas unas doscientas personas presenciaban ya la escena. Los "espectadores" llegaron a aplaudir al conductor cuando era retirado por la grúa. La policía de asegura que el conductor se puso a fumar y a "vacilar" a los agentes desde el interior del coche. Pero antes de que la grúa lo enganchara, el conductor encendió el motor del vehículo para tratar de marcharse, según la policía local. En el depósito seguía negándose a bajar del coche por lo que la policía rompió el cristal, lo sacó del vehículo y procedió a su detención por desobediencia grave y por intento de atropello a dos agentes.

Esposado y enviado al cuartel de Cullera

Tras la detención, el conductor, Enrique I. U., fue puesto a disposición de la Guardia Civil y ayer acudió al juzgado tras pasar la noche en el cuartel de Cullera, ya que el de Carcaixent, al parecer, estaba repleto. El conductor fue puesto ayer a disposición judicial y la juez descarta la existencia de delito de desobediencia grave a la autoridad y reduce el hecho a una falta. Además, señala juicio para la próxima semana. Enrique I. U. anunció ayer que ejercerá acciones legales contra el ayuntamiento y el policía local que ordenó retirar el vehículo.