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El Ayuntamiento de Silla ha iniciado el desmantelamiento del llamado Parc de l'Estació, con las tareas de arrancado de árboles, para construir el local polivalente que se utilizará como casal fallero. El consistorio acomete, de este modo, y con un año de retraso uno de sus proyectos más polémicos de los últimos tiempos: la construcción de tres casales falleros en zonas verdes, que se financian con los fondos del primer Plan E.

Desde el gobierno local socialista siempre se ha defendido que era necesario dotar a las fallas que tienen problemas con los vecinos por las molestias que causan sus casales de unos locales donde no generaran problemas a la barriada, sin que ello supusiera desplazarlas fuera del casco urbano. De ahí que se optara hace tiempo por la construcción de estos tres edificios, que costarán globalmente 600.000 euros.

El proyecto se planteó en otoño de 2008 a la Delegación del Gobierno, y fue aprobado dentro del primer Plan E. No obstante y mientras la mayoría de poblaciones de la comarca lleva meses inaugurando las obras que financió con aquellos fondos y se prepara para iniciar los proyectos del segundo plan, en Silla esta obra ha tenido numerosos retrasos y tenía una prórroga especial.

A lo largo de más de un año, el proyecto ha generado una intensa polémica social y política en Silla, ya que, para empezar, todos los grupos municipales están en contra, tal y como se ha planteado. El edil de Els Verds, Antonio Baixauli, llevó incluso el asunto a los tribunales por considerar que la obra incumple el Plan General de Ordenación Urbana, ya que se desarrolla en zonas verdes.

También los vecinos recogieron hace meses unas 4.000 firmas para mostrar su oposición al proyecto, constituyeron la Plataforma Salvem el Parc de l'Estació e incluso colgaron pancartas en algunos balcones.