?

La madre de un alumno de cinco años del colegio Federico Maicas de Torrent lleva dos años de batalla para que el centro y la Conselleria de Educación reconozcan que el pequeño padece un autismo leve y, así, se le proporcionen los apoyos escolares que le corresponden por ley y que le ayudarían en su desarrollo futuro. Beatriz Vilaplana ha interpuesto recientemente una denuncia ante la inspección de la Conselleria de Educación contra la dirección del colegio y el personal que atiende al niño allí, a los que culpa del retraso en recibir esta ayuda porque "niegan la patología". Ella esgrime que ya hace dos años presentó en el colegio el primer informe del Hospital General en el que se apuntaba a un "trastorno de espectro autista (TEA)" del pequeño pero afirma que "siempre han negado el diagnóstico", con lo que se han perdido dos cursos. "Con mi hijo han hecho una aberración y nos han ocasionado a toda la familia un sufrimiento horroroso".

De forma paralela, ha solicitado por su cuenta ante los servicios territoriales de Educación el dictamen de escolarización en base a la patología que defiende que tiene el pequeño "para proveerle de los apoyos y del modelo educativo" que le corresponda. Lo habitual es que sea el colegio quien solicite este dictamen pero tras dos años, la asociación de autismo a la que pertenece Vilaplana le recomendó que fuera ella "directamente" a Educación.

La dirección del colegio Federico Maicas de Torrent ha manifestado que "en todo momento se ha actuado siguiendo el procedimiento establecido para estos casos" y "en consonancia con la Conselleria de Educación". Desde el colegio, y previa consulta al inspector de zona, se ha indicado que la conselleria "ha tenido siempre toda la información" del caso y "las actuaciones que se han seguido" son "siempre siguiendo sus indicaciones". La inspección educativa ha contestado a la madre que la atención que recibe el alumno se ajusta a la normativa vigente.