El colegio San Enrique de Quart de Poblet impidió el lunes la entrada a clase a tres alumnas, de entre 16 y 17 años, porque llevaban camisetas de tirantes. La dirección del centro "no las dejó pasar de la puerta de la calle" y las obligó a volver a sus casas para cambiarse de ropa "si querían volver a entrar", denunció ayer la madre de una de las estudiantes. El centro, que es concertado y de carácter religioso, no sólo lo admite, sino que considera que "no hay que darle más vueltas" a lo ocurrido. Fuentes del colegio argumentaron que impidieron el paso de las adolescentes porque "no iban dignamente vestidas", porque su indumentaria "no era elegante" y porque "al colegio se tiene que venir cubierta". "Hay que tener respeto", mantienen con convencimiento.

Sin embargo, una de las madres de las adolescentes asegura que las niñas iban "con una camiseta sin mangas normal y corriente, unos vaqueros y unas manoletinas", al tiempo que apela a la lógica indicando que ella es "la primera a la que no le gustaría que mi hija fuera enseñando lo que no debe. Pero no es el caso", asevera. Ella misma recordó que en estos días "hace mucho calor", y se pregunta si es que el colegio "quiere que los niñas vayan con jerseys de cuello vuelto".

El centro escolar admite que "claro que hace calor", pero alega que "no estamos en la playa" y que "las nenas no pueden ir en tirantitos porque hay unas normas dentro del colegio que se deben cumplir. Es nuestro reglamento". No obstante, las afectadas se defienden señalando que, al ser un centro concertado y no privado, y al recibir fondos públicos, "no pueden poner ese tipo de reglas", ya que "reciben dinero público". En cualquier caso, ayer asistieron a clase "con camiseta de manga corta para hacer gimnasia; sin enseñar los hombros". Y es que el colegio ya ha advertido de que "si vuelven a venir así otra vez, con los tirantitos, no pasarán a clase". "Si no les gustan las normas que hay, pues que se cambien de colegio".