Los propietarios del castillo de Santa Rosa, en Albaida, han derruido el inmueble, del siglo XIX, que se encontraba en estado de ruina. El edificio, que estaba inspirado en el castillo del Conde de Ripalda, en Valencia, que fue derruido en 1969, no tenía valor patrimonial -no estaba catalogado-, aunque sí tenía un valor "sentimental y simbólico" para los vecinos de la localidad.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Albaida, Robert Sala, explicó ayer que el propietario solicitó la licencia para derribar el inmueble "y no pudimos negar la solicitud". Señaló que en el edificio "entraba gente y el propietario se arriesgaba a que pasara alguna cosa, por el estado en el que se encontraba". Sala indicó que el inmueble "no estaba catalogado en el Plan General".

El castillo, conocido también como Torre dels Brunos -el padre del propietario originario se llamaba Bruno Soler y sus hijos fueron "los Brunos"- era de estilo neogótico, inspirado en los castillos franceses de la zona del Loira. La planta de la torre era un edificio octogonal al que se adosaban la torre y diversas dependencias de un solo nivel, donde se situaban las estancias de la vivienda. El cuerpo central del inmueble tenía dos plantas, que se disponía con una torre central. Desde el exterior el chalé parecía una fortaleza medieval, con terrazas y torres de vigilancia. El complejo estaba decorado con puertas y ventanas de arcos apuntados góticos, y decoradas con motivos renacentistas. La puerta principal del inmueble es de arco pauntado. Junto al cuerpo central del edificio se encuentra la torre, que reproduce exactamente el modelo de la del castillo de Ripalda, aunque a una escala menor.

La puerta de acceso al recinto tiene dos torretas que flanquean una puerta de forja decorada con lanzas. La vivienda se "esconde" tras una pinada.

El Institut d'Estudis de la Vall d'Albaida, IEVA, ha denunciado su desaparición, según recoge Vilaweb, y ha manifestado que "se podría haber protegido para evitar su desaparición". El concejal Robert Sala manifestó que desde el consistorio "le hicimos una oferta al propietario para recuperar el inmueble, pero éste no quiso negociar". El propietario "quería derribarlo para edificar", afirmó el edil de Urbanismo.

El de Albaida era el último

El arquitecto Tomás Roselló, estudioso e investigador de edificios neogóticos románticos como el de Albaida, lamentó ayer el derribo del inmueble. Roselló explicó que edificios de estas características "existían sólo tres" en la Comunitat Valenciana. Uno era el del Conde de Ripalda, otro un castillo ubicado en Xàbia, propiedad de una familia de Albaida, según indicó el arquitecto, que fue también derruido a principios de los 70 y el de Albaida.

El último edificio neogótico romántico que quedaba era el de Santa Rosa, en Albaida, que finalmente también ha desaparecido. Tomás Roselló precisó que era "de arquitectura más romántica que otra cosa, pero representa una época y tenía un valor muy importante", afirmó.