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La alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, defendió ayer que el ayuntamiento que preside fue el primero en aplicar una rebaja de los sueldos de cargos públicos en sus medidas de ajuste por la crisis con la que ya cumple la recomendación que el lunes aprobó la Federación Valenciana de Municipios y Provincias que ella misma preside, por lo que no se producirá un nuevo recorte. Bastidas recordó que el consistorio alcireño ya aplicó una reducción del 5% en los salarios de los políticos a principios de año, a la que habría que añadir la congelación de los dos ejercicios anteriores.
Según la tabla "orientativa" que el lunes aprobó la FVMP, asumiendo la recomendación de la federación estatal, a Bastidas (con un sueldo anual de 62.273 euros) le correspondería una rebaja de entre el 8 y el 9%, un esfuerzo económico por la pérdida de poder adquisitivo que, según defiende, los políticos de Alzira ya han realizado. Con todo, anunció que aprovechará una junta de portavoces para plantear algunos ajustes.
