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El alcalde de Rocafort, Sebastián Bosch (PP), ha aprobado a través de un decreto de alcaldía la anulación de 14 facturas pendientes de pago por parte del ayuntamiento en el bar del polideportivo, que es de propiedad municipal aunque gestionado a través de una empresa externa.

Esta anulación de las facturas -cuyo montante es de 14.175 euros, aunque la deuda total es de unos 18.000 euros- se produce a petición de la que ha sido propietaria del negocio desde el año 2007 hasta el pasado mes de febrero. Y lo ha hecho, según reconoce la concesionaria en el escrito, ya que desde que tomó la dirección del bar hasta que el ayuntamiento ordenó su cierre, no ha satisfecho cantidad alguna al consistorio por el uso privativo de este bien público.

Pero no pagó la concesión, tal como denunció en su día el PSPV ante el Síndic de Comptes, porque -al igual que ha ocurrido con el kiosko de la plaza de España- el contrato expiró hace tres años y desde entonces el ayuntamiento no ha elaborado ningún pliego de condiciones para regular la explotación del bar. Simplemente se acordó entre ambas partes una prórroga en la que se establecía que la duración del servicio sería hasta que se procediera a una nueva adjudicación.

Así pues, y a tenor de lo que recoge el decreto de alcaldía, el alcalde Sebastián Bosch ha decidido anular parte de las facturas que el propio ayuntamiento tenía con la propietaria del bar del polideportivo municipal porque la misma propietaria se lo ha pedido así para compensar, a su vez, la deuda que ella mantenía con el consistorio por regentar el negocio. Según el escrito, ha sido ella misma la que ha calculado el dinero que debería al consistorio en el caso de que hubiese firmado algún contrato.