El horno de la Mediterránea ha recuperado la actividad. Meses después del proceso concursal que llevó a su cierre y en plena época de ajustes, la mítica factoría vidriera y ceramista de l'Olleria, emblema del sector en la Comunitat Valenciana, vuelve a producir. Por el momento son 30 los operarios que han recuperado su oficio: crear objetos de vidrio mediante el soplado artesanal, un sistema de moldeado que hunde sus raíces en la Edad Media: "alguno hasta ha dejado el trabajo que tenía para volver a soplar vidrio. Es que esto engancha", insiste el director de fabricación Santiago Llopis, uno de los testigos directos del desplome de la antigua cooperativa.

La nueva dirección de la empresa, que ahora es una sociedad anónima, calcula que en unos dos años la plantilla de artesanos del vidrio se triplicará, aunque seguro que no alcanzará los más de 400 operarios que en tres turnos llegaron a producir 15 millones de piezas.