La vista del juicio de faltas contra los festeros de Benifaió que el pasado mes de agosto tomaron al asalto la piscina municipal de Almussafes tendrá que repetirse. El juez del juzgado número dos de Carlet acordó ayer la suspensión del juicio ante la ausencia de los tres testigos fundamentales. Ningún organismo judicial citó a las dos socorristas de la piscina municipal y al monitor del grupo de discapacitados que aquel día usaba las instalaciones. El juez entiende que su versión es clave para esclarecer qué ocurrió en la piscina el 14 de agosto de 2009 y acepta la petición de suspensión que le planteó ayer el fiscal.

La vista se celebrará de nuevo el próximo 13 de julio de 2010. Ayer sólo se personaron en la sala dos agentes de la policía local de Almussafes, que denunció a medio centenar de festeros de Benifaió por desordenes públicos. Un funcionario judicial los llamó uno por uno, pero ninguno de ellos hizo acto de presencia. Tras los destrozos de agosto, los festeros fueron imputados por un presunto delito de desórdenes públicos, según el artículo 557 del Código Penal. Sin embargo, los festeros mostraron públicamente su arrepentimiento y se disculparon personalmente ante el alcalde de Almussafes, Albert Girona, quien no obstante insistió en mantener la denuncia para evitar que en el futuro se produjeran más actos de vandalismo. Sin embargo, el juez redujo a una falta la gamberrada de los festeros ya que tampoco la acusación pública estimó la existencia de delito.