Que agentes de la policía local detengan en una madrugada de sábado a un conductor por conducir borracho entra dentro de lo común. Lo que no es tan habitual es que el protagonista tenga 75 años de edad y circule con una de alcohol de 0,87 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, cuando el límite legal está establecido en 0,25 miligramos.

Los policías locales que atendieron al conductor que el sábado por la noche estampó su vehículo contra una señal de la Plaça de España de Xàtiva, se encontraron con un señor mayor que apenas podía articular palabra. Tenía algunos rasguños y se dolía de la mano. Pero el accidentado no debía estar aturdido por el golpe, sino por los efectos del alcohol que circulaba por sus venas en esos momentos, como pudo confirmar luego la patrulla policial. "El hombre dijo que había bebido algo durante la cena", comentaron ayer fuentes policiales, que añadieron que es "lo que se dice siempre". Aunque no se sabe lo que se bebió después de cenar, el individuo fue detenido por casi cuadruplicar la tasa de alcohol al volante. Horas después, cuando se disiparon los efectos de la borrachera, el detenido fue puesto en libertad por tener domicilio conocido en Valencia capital.