Tiene 43 años y ha vivido 20 como "un completo calvario". Su pie izquierdo apenas tiene movilidad y además le causa dolores permanentes para los que ha probado numerosos tratamientos. Ahora, Amparo Noguerón Bedriel ha abierto la puerta una la esperanza, al saber que el cirujano Pedro Cavadas ha aceptado operarla, a través del convenio que su clínica tiene con la Conselleria de Bienestar Social para personas sin recursos. "No puedo comer ni dormir de los nervios", dice.

Amparo Noguerón nació con lo que popularmente se llama "pie zampo" y ya de muy pequeña fue operada para corregirle este problema. Años más tarde tuvo una rotura de menisco y lleva una prótesis en la rodilla.

Con todo, su problema más grave se remonta a hace 20 años. A raíz de un esguince en el pie izquierdo que fue imposible curar, después de un año de probar alternativas, fue operada y le quedaron secuelas de menor movilidad y dolor. Meses después fue sometida a una segunda operación, en la que incluso le colocaron temporalmente un artefacto de hierro desde el talón a la rodilla. Su pie no quedó bien y el dolor iba en aumento. Se vio relegada a caminar con un bastón y a tener que hacer desplazamientos cortos, además de no poder cargar peso y otros condicionantes. Finalmente acabó en la Unidad del Dolor del Hospital General donde, en 15 años, ha probado todo tipo de tratamientos. "Alguno al principio me funcionaba pero al poco tiempo nada", narra. Su problema hoy es que casi no puede caminar porque la articulación del pie no le responde o le duele mucho al moverla. La última solución que adoptaron sus médicos fue colocarle un neuroestimulador en la columna vertebral. Tampoco funcionó.

Al conocer que la Federación de Asociaciones Ciudadanas (FAC) de Torrent premió hace un mes a Cavadas, acudió a hablar con su presidente, Vicente Laencina, que medió para lograr la operación.