La pelea que el pasado jueves protagonizaron un concejal del PP y un afiliado del PSPV en el pleno municipal de Mislata, no tendrá por ahora más consecuencia que las heridas sufridas por ambos contendientes o lo que pueda decidir el juez tras tomar declaración a Crescencio Alarcón, único detenido tras la agresión. Ni los populares ni los socialistas piensan tomar ninguna medida contra sus miembros por su papel en aquel bochornoso espectáculo. Si alguien debe dimitir es el del bando contrario.

Es más, el alcalde Manuel Corredera (PP) sigue manteniendo que Vicente López sólo actuó con ánimo pacificador y en ningún momento devolvió el puñetazo que le propinó Alarcón, a pesar de que el afiliado socialista y ex empleado municipal tuvo que recibir asistencia hospitalaria por un fuerte golpe en el pómulo. Y, por su parte, el portavoz del PSPV de Mislata, Miguel Merenciano, asegura que "dejando a parte quién golpeó primero, el problema lo creó el concejal popular con su actitud".

Incluso parece imposible llegar si quiera a una disculpa conjunta por lo sucedido. "¿Disculparnos por una agresión que ha sufrido uno de nuestros concejales? -se preguntaba ayer Corredera-. Está claro que no". "Si Vicente López es algo en esta historia, es la víctima", subrayó el primer edil. El alcalde lamentó también la postura de sus rivales políticos ante lo sucedido.