Tiene 80 años, pero está hecho todo un chaval. Acaba de llegar a Alzira después de haber hecho el camino de Santiago con su bici y ya está pensando en repetirlo en septiembre. Este alcireño se llama Salvador Soriano, y los más de 1.000 kilómetros que ha realizado en tan solo nueve días, no lo frenan. Lleva ocho décadas en la "mochila" y tiene una salud que todos envidian. "Haciendo el camino he perdido cuatro kilos. La gente cuando me veía encima de la bici me paraba para preguntarme la edad. Cuando les decía que tenía 80, me pedían que me hiciera una foto con ellos. Era muy curioso", comenta Soriano entre risas. Y es que aunque para él ha sido un viaje muy duro, volverá a hacerlo porque asegura que se encuentra muy bien.

La bicicleta es su gran pasión. Aunque siempre ha trabajado como chófer, en su tiempo libre aprovechaba para subirse a la bici. Ahora lleva ya más de cuarenta años y aún no piensa en el momento en que tenga que bajarse. Ha recorrido muchos kilómetros de España y Francia sobre dos ruedas, y le encanta. Para realizar el camino, ha entrenado muy duro. "Salgo con mis amigos tres veces por semana y cada vez hacemos una ruta diferente. La verdad es que no paro".

Un abandono por desgaste físico

Soriano salió el 23 de mayo de Alzira hacia Pamplona con cuatro de sus amigos para empezar su aventura. Aunque empezaron cuatro, uno de ellos tuvo que abandonar el camino a los pocos días de empezar porque físicamente no podía aguantar. Paco Martí y Pascual Furió fueron los compañeros de viaje de Soriano. "Ellos son más jóvenes que yo, y eso me asustaba al principio por si tenían que ir esperándome todo el rato. Pero la verdad es que yo iba igual o más que ellos", bromea Soriano. En los porta-maletas integrados ensus bicicletas llevaban lo justo: dos mudas y un saco de dormir.

Cada día dormían en un albergue distinto donde, además de conocer a mucha gente distinta, iban descubriendo paisajes "maravillosos". Así, fueron pasando por Logroño, Burgos... hasta llegar a Santiago el día 1 de junio. Durante nueve días, estos tres alcireños recorrieron aproximadamente 115 kilómetros al día sobre un terreno lleno de subidas y bajadas. Salían a las nueve de la mañana y a media tarde, llegaban a los pueblos que aprovechaban para visitar. "En los albergues conocimos a gente que hacia el camino a pie. Estaban llenos de llagas. En cambio nosotros no tuvimos ningún problema, sólo algún dolor muscular", comenta orgulloso Soriano.

Lo cierto es que Soriano está hecho de una pasta diferente. "Todos me preguntan cuál es el secreto y donde tienen que firmar para estar a los 80 años como yo", bromea. "Pero la verdad es que no sé donde está el truco. Siempre me ha gustado mucho el deporte. De hecho, mis amigos me llaman el "incombustible", porque nunca me canso", afirma Soriano.