Los Ayuntamientos de Gata de Gorgos, Benissa y Teulada se han visto obligados a reubicar en locales municipales a la Guardia Civil ante el estado de ruina de los cuarteles. El Ayuntamiento de Benissa incluso tiene realojados a seis guardias civiles con sus familias en pisos alquilados o de titularidad municipal ante el temor de perder los servicios que prestan, según confirmaron a Levante-EMV fuentes municipales. Los agentes rechazan ser destinados a los municipios de la Marina Alta que carecen de casa cuartel por el alto coste de los alquileres, según destaca el portavoz de la Asociación Unificada de la la Guardia Civil (AUGC) en Alicante.

El Gobierno, en una respuesta parlamentaria al senador Agustín Almodóbar, asegura que los tres ayuntamientos colaboran para "lograr soluciones a los problemas de infraestructuras"pero en ningún caso lo hacen "ante el temor de perder los servicios". Sin embargo, desde los ayuntamientos admiten que pagan porque no quieren quedarse sin Guardia Civil. "Nuestra industria es el turismo y no podemos permitirnos la sensación de inseguridad", apunta el edil de Benissa y portavoz del PP, José María Serna.

El primer ayuntamiento en reaccionar fue el de Benissa. El responsable de la Guardia Civil le comunicó al alcalde que dejaban Benissa porque el cuartel estaba en ruinas. "El alcalde se presentó esa misma mañana en la Comandancia de Alicante y logró frenar la marcha de la Guardia Civil, que probablemente se hubiera ido a Calp. Llegó a un acuerdo para ceder unas instalaciones municipales mientras se redactaba el proyecto de una nueva casa cuartel", explica el concejal José María Serna.

El Ayuntamiento de Benissa ha firmado un convenio para sufragar parte de las obras del cuartel y realojar a los guardias en 11 pisos municipales. "Aquí no quieren venir los agentes por el coste de los alquileres, pero tenemos un término municipal de 70 kilómetros cuadrados y les necesitamos", indicó Serna. La Guardia Civil está en Benissa en unos locales municipales colindantes a las dependencias de la Policía Local. Según Manuel Martínez, portavoz de la AUGC, es "una buena solución provisional" porque hay una gran coordinación entre los dos cuerpos policiales. El Ayuntamiento de Teulada-Moraira tampoco quiere quedarse sin la presencia de la Guardia Civil. Los responsables municipales cedieron a Interior los locales que antiguamente ocupaba la oficina de Correos mientras se construye el nuevo cuartel. El problema es que la empresa adjudicataria quebró y las obras llevan meses paradas. Manuel Martínez señala que los agentes de Moraira "trabajan en un local que no está acondicionado y que carece de medidas de seguridad. Además, tienen que aparcar los tres coches patrullas en una calle perpendicular a las dependencias y no pueden controlarlos". Interior acaba de rescindir el contrato con la empresa que quebró y licitará la continuación de las obras del cuartel de Moraira "en cuanto exista dotación presupuestaria para tal fin", según recoge una respuesta al senador Almodóbar, fechada el 8 de julio. El Gobierno advierte de que "dado el actual escenario presupuestario, no puede establecerse un plazo de finalización de las obras".

Caserna en mal estado en Gata

El próximo cuartel que va a cerrar sus puertas porque se encuentra en una situación ruinosa es el de Gata de Gorgos. Interior dispone de un compromiso formal del ayuntamiento de cesión de unas dependencias municipales y de terrenos para la construcción de un nuevo cuartel. "Los agentes destinados en Gata viven en pisos que se pagan de su bolsillo. Algunos se han ido a Dénia y Xàbia buscando viviendas baratas porque se les va más de la mitad del sueldo en el alquiler. En unos días empezarán a trabajar en las dependencias que ha cedido el ayuntamiento", precisa Martínez.

El senador popular Agustín Almodóbar lamenta que los ayuntamientos de la Marina Alta tengan que asumir los costes de los cuarteles porque "es una responsabilidad del Ministerio del Interior. Son municipios que necesitan tener garantizada la seguridad porque dependen del turismo".

El problema añadido es que municipios como Benissa han visto caer los ingresos por la crisis y no pueden hacer frente al pago de más de la mitad del coste de construcción del cuartel. El Ministerio del Interior sólo está dispuesto a pagar 600.000 euros por las obras y el primer proyecto, con casa cuartel,1,4 millones de euros.