Un engullidor nato llamado Tono Calabuig, de 27 años, se coronó ayer de nuevo como ganador del Concurso Internacional de Bebedores de Horchata y Fartons. El certamen, incluido dentro del programa oficial de la Fira d'Agost de Xàtiva y organizado por la heladería Sirope, llegaba a su décima edición. Tono se comió un total de 34 fartons de 50 gramos cada uno, mojados con aproximadamente dos litros de horchata. El año pasado ya ganó esta misma prueba, con el récord hasta el momento de la prueba: 35 unidades. En segundo lugar quedó Damián Ávila, de Xàtiva, de 30 años. Comió 31 fartons. David Alba, también de la capital de la Costera, quedó en tercer lugar con 29. La de ayer fue la prueba más multitudinaria que se recuerda, con 180 participantes.

El concurso de comedores de fartons -cuentan las unidades, no la cantidad de horchata- se articula en tres fases. En la primera, los concursantes han de ingerir doce fartons en doce minutos. En esta primera parte del concurso quedaron eliminados 133. Los 47 restantes tuvieron que afrontar una segunda fase de ocho minutos y seis fartons. Sólo 21 participantes lograron tragar los 18 fartons de las dos fases juntas y plantarse en la final, en la que en quince minutos de tiempo gana el que más fartons come en entregas de tres unidades. De haber empate -ayer no lo hubo- se desempata engullendo más unidades hasta que uno de los dos ha de decir basta.

Según David Pla, propietario de Sirope, para poder celebrar el concurso de ayer había listos 300 litros de horchata y se cocieron en sus hornos 3.000 unidades de fartons, que necesitaron 20 horas de trabajo y tres empleados.

A las nueve y diez minutos y sin aspecto de sufrimiento alguno, el grandullón de Tono Calabuig, de Xàtiva, alzó los brazos. Fue el ganador de 2009 y de 2007. En 2008 quedó segundo. "La verdad es que es duro", explicaba a los medios de comunicación con más sorna que otra cosa. "Me ha costado lo mío", añadía, siempre entre risas. Calabuig obtuvo un premio en metálico de 180 euros, un reloj y un trofeo. El segundo y el tercero consiguieron sendos trofeos y premios de 60 y 30 euros. Damián Ávila, seguía con las bromas y señalaba, después de su flamante segundo puesto, que anoche había quedado "para cenar con los amigos. Y creo que iré", añadía.