El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad a pagar 30.000 euros por la muerte de un paciente de 57 años, al que no se intervino a tiempo. De esta manera, estima parcialmente el recurso interpuesto por la familia de la víctima, a través de los servicios jurídicos del Defensor del Paciente, que pedía 400.000 euros.

La víctima ingresó en el Hospital de Sagunt el 23 de julio de 2001 con una posible obstrucción intestinal. Tres días más tarde los médicos decidieron intervenirle por su empeoramiento. Tras ello, el paciente presentó dolor abdominal, sudoración, además, además de supurar un liquido maloliente por la herida. El 27 de julio, el cirujano, tras practicarle una ecografía, optó por intervenirle de urgencia de una peritonitis. Al día siguiente se le practicó un TAC y se decidió una nueva intervención y pasarle a la UCI, donde se le diagnosticó shock séptico por gangrena de pared abdominal y un fracaso multiorgánico con insuficiencia renal aguda, inestabilidad tensional y arritmia ventricular. A las 22.30 horas falleció.

Ante estos hechos, la familia alegó que la asistencia médica prestada no respondía a la "lex artis ad hoc", según el informe de un experto en medicina legal y forense. Frente al suyo, las partes demandadas aportaron otros informes que afirmaban que la asistencia fue "adecuada".