La alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, del PP, hizo todo lo posible para demostrar que para ella acudir ayer al juzgado era un trámite engorroso. Debía declarar a las 11 de la mañana. Pero llegó con 45 minutos de adelanto, con prisas por acabar cuanto antes. Negó ante el juez que ocultara expedientes a la oposición. Pero no respondió a las preguntas del abogado del PSPV, partido que presentó en julio de 2009 la denuncia contra Kringe al no entregarle los documentos (contratos, facturas y expedientes urbanísticos) que le solicitaba. Tras declarar, la alcaldesa dijo estar "muy tranquila" y dio a entender que su imputación por prevaricación no va a ningún sitio.

Ante los periodistas mantuvo el mismo argumento que ante el juez. Sostuvo que esa acusación de ocultar información es gratuita, ya que, cinco días después de pedir cualquier expediente, la oposición por silencio administrativo tiene derecho a consultarlo. A la pregunta de si había puesto trabas a la labor de fiscalización del PSPV, contestó con un "no rotundo".

Sin embargo, fuentes socialistas advirtieron de que este caso tiene muchos matices. Recordaron que cuando trascendió la imputación de la alcaldesa, ésta, de golpe, firmó la resolución para facilitar al PSPV 69 expedientes. También indicaron que Kringe acuñó una curiosa fórmula para eludir las numerosas peticiones de documentos realizadas por la oposición en 2008 y 2009. Contestaba que los ediles debían "justificar adecuadamente" por qué solicitaban determinados expedientes.

Mientras, la alcaldesa insistió ayer en que esta denuncia del PSPV sólo persigue "poner piedras a la gestión" del PP y sus cuatro socios independientes.