Una familia de empresarios de Benifaió ha comprado el Molí Vell, una construcción del siglo XVIII, para evitar su ruina. Este conjunto está incluido en el inventario de bienes etnológicos de la Dirección General de Patrimonio, aunque carece de protección como monumento. Las transformaciones realizadas durante los últimos tiempos dentro del recinto han dañado gravemente los elementos originales, sin embargo esta familia no ha querido dejar pasar la oportunidad que representaba la puesta en venta de la finca, que se había quedado recientemente una empresa extranjera, para preservarla "para el pueblo ante la falta de interés de las instituciones públicas", explican.

Colectivos vecinales y ecologistas locales habían solicitado el rescate de esta construcción, vinculada al patrimonio hidráulico de la zona, para convertirlo en Museo del Agua, pues en sus proximidades se conserva también todavía la Fesa de l'Assarb, un partidor de agua también del siglo XVIII restaurado recientemente.

Ése sigue siendo el objetivo de esta familia que quiere, también, ofrecer a los vecinos la adquisición de participaciones de la propiedad del molino, "como ya se ha hecho con otros bienes patrimoniales en otras zonas de España", dice el emprendedor, para que el conjunto "sea del pueblo". Una idea que cuenta con el apoyo de varias organizaciones locales pero que tardará en hacerse realidad "porque hay que estudiar bien lo de la suscripción popular y dejar pasar un poco de tiempo a que pase la crisis", comenta el benifaionense.