La sala de Urgencias del hospital comarcal de Sagunt vivió el pasado miércoles varias horas de gran tensión debido al altercado protagonizado por más de 30 familiares de un niño que había sido ingresado a primera hora de la noche.

Entre gritos e insultos, varias personas irrumpieron en la zona donde el pequeño era atendido, recriminaron la actuación del médico que lo atendió e incluso le amenazaron. Su violenta reacción ocasionó un gran revuelo y una enfermera tuvo que ser atendida luego por el estrés padecido, según relataban algunos testigos que presenciaron los momentos de tensión a Levante-EMV.

"En un momento, pasamos mucho miedo. Se dijo que un señor llevaba una escopeta y que fuera se habían oido disparos eefctuados al aire. El médico residente que atendió al niño tuvo que ser escondido", decían sin querer desvelar su identidad por miedo a posibles represalias.

La situación que se había originado llegó a tal punto que los responsables de seguridad tuvieron que avisar a la policía nacional sobre as 23:30 horas y varios agentes intentaron desalojar a los familiares del área de observación, sin éxito.

En un principio, dos patrullas de la policía nacional acudieron al centro hospitalario, pero luego incluso pidieron refuerzos a la local, que envió a otros cuatro agentes a las 0:20 horas. Ahora, de la escopeta no encontraron ningún rastro y nadie llegó a ser detenido, como confirmaron ayer desde la comisaría de Sagunt.

Pese a que la presencia policial tranquilizó los ánimos, según los testigos, la normalidad no llegó a la unidad de Urgencias hasta que, sobre la 1.30 horas de la madrugada, se trasladó al niño por petición de los familiares al hospital La Fe de Valencia, donde al parecer le atienden de una dolencia. "Aunque la policía se quedó hasta que se fueron, todo el mundo estaba muy nervioso por si se liaba todo otra vez. Ellos sólo querían que se atendiese a su niño y, lógicamente, había más enfermos", relataban unos testigosa este periódico.

Además, los profesionales sanitarios del servicio de Urgencias del hospital de Sagunt se quejaban ayer de la "inseguridad e indefensión" a la que se ven sometidos ante casos como éstos que se producen "más a menudo de lo que se cree", afirman.

Desde la dirección del hospital comarcal de Sagunt se ha calificado lo ocurrido como un "acto de vandalismo muy grave" y se ha destacado que al niño enfermo "en todo momento se le atendió perfectamente". Además, los responsables del centro han mostrado su confianza en que "no pase de ahí y no haya ninguna represalia", señalan.