Muy atrás ha quedado la imagen de que los mayores son personas a las que les gusta la tranquilidad absoluta y poco divertimento. Y si no, que se lo digan a los socios del hogar del Jubilado de la localidad de Xàtiva, que organizan sesiones de baile. Hasta ahí, poca novedad.

Ahora bien, lo curioso no es tanto la actividad como el volumen de la música en las citadas sesiones de baile. Precisamente éste ha sido el motivo de disputa entre estos jubilados y los pertenecientes a la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) del mismo municipio.

Tanto es así,que la Unión Democrática de Pensionistas de Xàtiva ha denunciado ante la Sindicatura de Greuges "las molestias" que por lo visto ocasiona el "elevado volumen" de la música en las citadas sesiones de baile que se celebran en el hogar del jubilado de esta localidad.

El Síndic de Greuges, José Cholbi, ha atendido su petición y, en una recomendación, ha instado al Ayuntamiento de Xàtiva a instalar un limitador de sonido en el equipo de música del centro de jubilados que impida su manipulación.

La asociación de pensionistas ha trasladado una queja al Síndic en la que critican "las molestias" que se producen en el hogar del jubilado de la localidad "por el elevado volumen de la música de las sesiones de baile", y por ello, reclaman que "se imponga un límite máximo de emisión".

Tras conocer la situación, los técnicos municipales calibraron la mesa de sonido del centro para que emita a 85 decibelios, "un nivel que se considera adecuado", según ha indicado el consistorio a la Sindicatura.

Sin embargo, los responsables de la asociación aseguran que las molestias sonoras "no han desaparecido" y que son "muchos los jubilados y pensionistas que también están padeciendo injustamente esta molesta situación".

Al respecto, el Síndic ha recordado que los Tribunales de Justicia han declarado en reiteradas ocasiones "el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio y los derechos constitucionales a la protección de la salud".

Según Cholbi, el problema denunciado "podría solucionarse fácilmente colocando algún tipo de dispositivo o limitador del sonido en el equipo, de forma que impida su manipulación para incrementar el volumen de la música".

Por ello, ha instado al Ayuntamiento a que instale un dispositivo con esta finalidad en el equipo de música del centro, y le ha pedido asimismo que "conteste en tiempo y forma" los escritos de queja remitidos por los pensionistas al consistorio.

Un caso de jubilados contra jubilados

Es bastante común escuchar quejas entre diferentes colectivos que tienen que convivir a la fuerza. Los casos más frecuentes en Valencia suelen darse entre comisiones falleras y vecinos que viven muy próximos a los casales y que consideran que las fiestas y las actividades falleras no tienen que quitarles el sueño ni el descanso. Existen casos como éste para aburrirse. Claro que, tampoco es siempre de las fallas, porque hay vecinos que, entre ellos, tampoco se soportan. Pero el caso de la localidad de Xàtiva llama especialmente la atención, dado que no suele ser muy común toparse con los asociaciones integradas por mayores que han entrado en esta lista de problemas entre unos y otros.