En el año de 1997, padres de alumnos del Colegio Diocesano Purísima Concepción de Quart de Poblet decidieron participar en la cuota voluntaria de 3.000 pesetas mensuales durante 17 meses, que el colegio pidió a las familias durante una reunión para hacer frente a unas obras en el centro religioso, cuyo coste ascendía a un total de 12 millones de las antiguas pesetas -unos 72.000 euros al cambio.

No fueron pocos los padres que accedieron, ya que entre las condiciones se incluía una cláusula que asegura que "de las cantidades aportadas por las familias les serán reintegradas la mitad del importe aportado cuando el niño más pequeño abandone el colegio". Para algunos alumnos, ese momento ya ha llegado.

El pasado mes de junio, una de las niñas terminó los estudios en el colegio, por lo que el día de las recogida de notas, sus padres se personaron en el colegio con los documentos firmados, que han estado guardando durante trece años, para pedir la devolución de la mitad de sus aportaciones económicas para las obras, tal como se acordó.

"La sorpresa fue cuando nos contestaron que no había dinero y que se nos pagarían moralmente", explicó la madre resignada. "Yo tampoco tenía dinero en aquel entonces y domicilié los pagos hasta abonar 52.0000 pesetas, que en aquella época era bastante importante", recuerda.

A razón de ese dinero, que se detalla en todos los recibos bancarios que la pareja conserva como prueba junto con el documento donde se asegura que se reintegrará la mitad de lo aportado, el centro escolar debería devolverles unos 150 euros, "que vendrían muy bien para pagar los libros de este año", señala. El padre de la estudiante afectada matizó que "en realidad, nos vimos condicionados a contribuir con las cuotas, porque nos llamaban a casa desde el colegio e incluso nos insinuaban que si no pagábamos, que cambiáramos a la niña de centro".

"Reclamamos lo que es nuestro"

La madre de la alumna mantiene que en el colegio le dijeron que "había lista de espera para cobrar", por lo que "no somos los únicos que hemos reclamado lo que es nuestro".

En este sentido, insistió en que "ya no es sólo por la cantidad de dinero, sino que lo pedimos porque es lo que se acordó, porque esas eran las condiciones que puso el propio colegio y porque nos corresponde". "No quiero que me tomen el pelo", indica la madre. que "a fecha de hoy, todavía no nos han contestado".

El colegio no quiso hacer ninguna declaración al respecto.