Las divergencias en el PSPV de Gilet sobre la gestión económica del ayuntamiento han acabado por provocar que la alcaldesa, Inma Borrell, haya anunciado su "dimisión irrevocable por problemas internos de partido" y su inmediata incorporación al colegio de la Baronía en el que tiene plaza como profesora. Esta decisión a 7 meses de las elecciones ha sido recibida con sorpresa en la localidad y en el propio grupo socialista pues, aunque Borrell ya mostró sus intenciones en la última reunión de la agrupación local, se confiaba en que reconsideraría su postura, como había hecho otras veces, según fuentes del partido.

"No la creímos porque ya lo había hecho debido a su obsesión por sentirse estrechamente fiscalizada desde el partido", reconocía ayer el edil que con toda probabilidad la sustituirá en la alcaldía, el socialista Voro Costa, mientras la alcaldesa declinaba contestar a las múltiples llamadas de Levante-EMV para recabar su versión, al igual que hacía la edil de Urbanismo, Amparo Sancho, cuya marcha se ha anunciado a la vez.

En aquella asamblea, Borrell anunció que pensaba dimitir "por el acoso y derribo al que según ella estaba siendo objeto", como recordaba Costa; si bien el secretario general del PSPV local, Paco Gimeno, destacaba ayer que el partido "en ningún momento le ha presionado; sólo le insistíamos en la urgencia de aprobar un plan de ajuste económico en el ayuntamiento, en el que estábamos trabajando desde hace más de un año. Pero nunca le hemos animado a dimitir. Al contrario, creemos que su gestión ha sido muy buena y aunque respeto su decisión, creo que no es un momento idóneo al final de la legislatura".

El concejal llamado a sustituirle en la alcaldía reconoce que la relación se había enfriado en las últimas semanas, mientras otras fuentes hablaban de un distanciamiento ya palpable hace tiempo en distintos asuntos. "Últimamente no convocaba reuniones de grupo ni daba explicaciones y las conversaciones se limitaban al saludo", asegura tras admitir que la alcaldesa tampoco le había comunicado personalmente su decisión ni la de la edil de Urbanismo, que siempre ha sido su mano derecha desde que entraron como concejalas del PSPV en los años 90.

Fricciones por los recortes

El plan de viabilidad para el ayuntamiento diseñado por Costa y rechazado por Borrell ha sido, sin duda, uno de los motivos de disputa. El socialista Voro Costa ya dimitió en septiembre como responsable de Hacienda al no encontrar apoyo en el grupo municipal del PSPV para aprobar un plan que contemplaba severos recortes de 200.000 ? con la intención de sanear la economía del ayuntamiento. Este documento, según otras fuentes, proponía eliminar el sueldo de la alcaldesa por su dedicación exclusiva, entendiendo que ésta podía reincorporarse a su trabajo en el colegio y mantener la alcaldía con menos horas en el ayuntamiento. Además, contemplaba recortes de personal en el área de Urbanismo; dos medidas que al parecer no gustaban ni a Borrell ni a Sancho.

Desde la secretaría local, Francisco Gimeno reconoce que "Inma y Amparo no veían la urgencia de aplicar estas medidas, pero en el grupo sí lo consideramos una cuestión prioritaria ante el estado de las cuentas municipales y viendo que se acaba el mandato".

Tampoco fue cómodo para Borrell, según algunos allegados, la reciente aprobación en el pleno de un pago de 60.000 ? con el voto en contra de la secretaria, al ex alcalde del PSOE Vicente Campos por el dinero que prestó para una obra. Por ello, según estas fuentes, "estaba harta hace tiempo y se sentía marginada de las decisiones".