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El temido picudo rojo ha llegado a la Baronia y amenaza con destruir dos centenares de palmeras en Estivella, un municipio donde la plaga "está muy extendida" según los técnicos consultados por el ayuntamiento. La virulencia de esta plaga ha obligado al consistorio a prohibir la poda de sus palmeras a todos los propietarios hasta el próximo 15 de noviembre. Esta medida básica se toma para lograr la contención de la epidemia en una fase adelantada y de así se evita la migración del insecto y la posible reinfestación de larvas en otros árboles sanos.

El anuncio de la plaga llegó a la ciudadanía a través de un bando y, del mismo modo, todos los propietarios de palmeras han sido informados de la gravedad de las circunstancias en una reunión en la que sobre todo se aludió al tratamiento a seguir.

Más de una veintena de propietarios entre los que se encuentra el ayuntamiento deberán tratar sus palmeras o, en el peor de los casos, cortarlas de raíz. "En algunas palmeras ya no se puede hacer nada y deben cortarse", ha indicado el alcalde de Estivella, el socialista Robert Renau, quien señala sobre la plaga que "la gran mayoría de las palmeras que tenemos en Estivella pertenecen a particulares".