El nuevo gasoducto que atravesará Sagunt evitará finalmente la afección a zonas protegidas y a la segunda fase del polígono industrial Camí La Mar, tal y como reclamó en su día el ayuntamiento. Además, reducirá los tramos llenos de "dientes de sierra" que tantas quejas levantaron también entre los agricultores de la ciudad, pues inicialmente había medio millar de afectados.

La empresa Enagás ha aceptado diversas alegaciones presentadas por el consistorio y ha modificado el trazado en varios puntos para esquivar el suelo no urbanizable protegido de la montaña de Ponera, los terrenos de posible expansión urbanística situados en la entrada sur a Sagunt entre la autovía A-23, la N-340 y el ferrocarril Calatayud-Valencia, así como el polígono Camí la Mar II, actualmente en ejecución.

La compañía también ha variado el proyecto original para aproximar la canalización, en la medida de lo posible, a infraestructuras ya existentes como la autovía V-23.

Estas medidas permitirán acortar la longitud total del gasoducto por el término de Sagunt hasta los 14.339 metros, cuando el proyecto presentado al consistorio hace casi tres años superaba los 16 kilómetros.

No se disparan los costes

En realidad, estas revisiones en ningún caso han disparado los costes para Enagás. Todo lo contrario. Al atender las alegaciones del ayuntamiento, la compañía se ahorrará 362.725,01 ? en el tramo 3 de su proyecto para duplicar el Gasoducto Tivissa-Paterna. Así, el importe final de este trazado desde Vila-real a la población de l' Horta Nord ascenderá a 20.931.466,49 ?.

Los nuevos cambios afectarán a unos 150 propietarios de Sagunt, en su mayoría de los polígonos 20, 41, 80, 81, 82 y 83. Ahora se ha abierto un plazo de 20 días para presentar alegaciones después de que el pasado sábado se publicara un anuncio oficial en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), dando a conocer la solicitud presentada por Enagás ante la administración estatal para obtener su visto bueno a estas modificaciones.

La revisión del trazado del nuevo gasoducto no es nueva en Sagunt. El fuerte rechazo que suscitó tanto en el ayuntamiento como entre los agricultores de AVA-Ascosa provocó ya cambios en 2008 para evitar algunas afecciones a suelo urbano y otro no urbanizable protegido, pero quedaban otros pendientes de resolver.