Las murallas derribadas por Aníbal vuelven a rehacerse más de 2.000 años después en Sagunt.

Aunque de aquella fortificación ya queda poco, al menos tres muros del monumental castillo están volviendo a cobrar forma gracias a las obras iniciadas el pasado verano por el Ministerio de Cultura, después de años de reivindicaciones en la ciudad para retomar la rehabilitación de los antiguos lienzos.

Los trabajos de reconstrucción avanzan a buen ritmo sin que, por ahora, se haya producido ningún hallazgo arqueológico que haya obligado a modificar el proyecto inicial, según aseguraron a Levante-EMV responsables del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

Imprevistos, no obstante, ha habido. La empresa que realiza los trabajos, Edycon SA, sufrió hace poco un robo de material, como ya informó este diario. Ahora, de momento, el ministerio prevé que se cumplan los plazos de ejecución -previstos en un total de 9 meses- y que no se dispare el coste total, valorado en casi 581.000 euros.

El presupuesto de esta intervención ya se duplicó hace varios años, antes de sacar a concurso las obras, pues la partida reservada para ello en un principio era de 350.000 euros. Aquella decisión se justificó entonces en que el mal estado de los tres tramos había obligado a modificar el proyecto inicial. Estos cambios retrasaron considerablemente la licitación de unos trabajos que fueron incluidos en los presupuestos generales del Gobierno de 2007 pero, sin embargo, no empezaron hasta el pasado 3 de julio.

La actuación se centra en reconstruir tres sectores situados en la cara sur del cerro. De ellos, destaca uno que forma parte del conjunto arquitectónico conocido como el antiguo Palacio de Mahoma del Sagunto de época musulmana. Se trata de un muro de unos 24 metros de longitud situado en un lateral de la plaza de Armas cuya reconstrucción, según el estudioso local Manuel Civera, "permitirá entender mejor cómo era el castillo en época musulmana". Los otros dos tramos donde se está actuando son aún más grandes, uno de 31 metros y otro de 42, que además se encuentran en zonas de importante desnivel. Ambos presentaban también muy mal estado, uno de ellos, casi a continuación de la zona donde el ministerio actuó hace unos años y abrió una puerta sur, de acuerdo con el proyecto redactado por el arquitecto Manuel Portaceli.

Años sin intervenciones

La realización de aquellos trabajos puso fin a años sin inversiones por parte del ministerio en un monumento nacional que durante largo tiempo esperó a un plan director redactado en 2001 y que luego, además, levantó ampollas en la ciudad. Sin embargo, entidades como el Col.lectiu Pel Patrimoni siguen reclamando dotaciones anuales y un plan de trabajo consensuado que permita rehabilitar los tramos más dañados, evitar los numerosos puntos peligrosos detectados hace años por uno de sus miembros, Francisco Herráez, y señalizar los restos.

Ahora, el castillo sigue a la espera, pero de una inauguración que, realmente, sí le aventura un gran cambio: La apertura del nuevo acceso peatonal y del centro de recepción de visitantes que pondrá fin a años sin sevicios básicos como aseos, fuentes, puntos de información o de descanso.

Esta construcción fue impulsada con la colaboración de la Generalitat y el ayuntamiento. Y ahora es éste último el que espera poder abrirlo en breve, en cuanto instale el mobiliario. Sobre futuras obras en el castillo, sin embargo, no hay nada más que incógnitas.