Nàquera asistió ayer por primera vez en la historia a una asamblea organizada por el nuevo equipo de gobierno, liderado por el expopular Damián Ibáñez, para informar a los 5.600 vecinos del municipio sobre el estado de las cuentas del ayuntamiento, con una deuda total de 22 millones de euros, que ha encontrado al acceder al ayuntamiento. Más de 350 vecinos respondieron a la convocatoria.

Según Ibáñez, el exalcalde Ricardo Arnal, llegó a invertir en gastos de representación -propaganda y protocolo- hasta 120.000 euros al año y otros 300.000 en festejos, 29.000 de ellos solo en libros fiestas. "El despilfarro ha llegado a tal punto que no podemos ni reparar los tres vehículos con que cuenta la Policía Local, que misteriosamente dejaron de funcionar tras las elecciones municipales", apuntó.

Un municipio de 5.600 habitantes

En una apuesta por la transparencia el gobierno municipal explicó que el déficit estructural del consistorio es fruto del desequilibrio presupuestario que viene soportando con especial virulencia desde 2007, cuando la diferencia entre los gastos e ingresos corrientes se llegó a situar en más de dos millones de euros, además, de una previsión del gasto de tesorería que no se ha ajustado a la realidad y que ha comprometido el pago de las nóminas del personal. Fuentes municipales informaron a este diario que en esta situación extrema, el ayuntamiento solamente tiene garantizado el pago hasta el mes de diciembre. Una situación que, sumada al 16% de intereses sólo en prestamos, la convierte en "insostenible".

Entre las medidas destacadas en la asamblea vecinal, el dirigente de UPdN, explicó que el consistorio continuará revisando los convenios firmados por el gobierno anterior y que se suprimirán los que sean lesivos para los intereses de la localidad, se revisará el PGOU para dar "salida" a los acuerdos urbanísticos pendientes que están "ahorcando" al ayuntamiento.

En este punto, y en respuesta a la pregunta de un vecino, el concejal de Urbanismo, Fernando Alfaro, manifestó la intención de buscar inversiones privadas para sacar adelante el macroproyecto del campo de golf municipal paralizado por el déficit municipal.