Las empresas de la Safor dedicadas a la comercialización de frutas y verduras, especialmente de naranjas, están adaptándose como pueden para poder sobrevivir a la durísima competencia que representa la entrada en el mercado europeo de productos que, pese a que en la mayoría de los casos son de peor calidad, resultan más baratos. Así, la Cooperativa Beato Carmelo del Real de Gandia ha llegado a un acuerdo con la Cooperativa del Camp, de Llutxent, para que manipule y comercialice sus naranjas.

El presidente de la cooperativa realera, José Ramón Mascarell, señaló ayer que el sector "ha ido a menos" y que la única solución para intentar seguir adelante es "el ahorro de costes". La unión con la cooperativa de Llutxent no supone una fusión, pues será la cooperativa del Real la que seguirá liquidando a sus socios.

Por otro lado, los trabajadores de la empresa Tavervall de Tavernes de la Valldigna, dedicada al mobiliario para colegios, cámping y jardín, han aceptado la propuesta planteada por la dirección y ampliar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión vigente desde hace meses para pasar a trabar seis meses al año y permanecer en el paro los otros seis. El sistema rotatorio afecta a 90 operarios.

Tabervall comunicó a los trabajadores que la opción era o eso o decretar concurso de acreedores. En buena medida, el ahogamiento económico de la empresa se debe a varias Administraciones, que aún no han liquidado sus facturas y, peor aún, que no saben cuándo lo harán.