El Ministerio de Medio Ambiente se ha propuesto frenar la grave erosión que sufre la costa desde Borriana a Sagunt y conseguir que las playas comprendidas en estos 26 kilómetros tengan un ancho mínimo de 30 metros. Así se destacó ayer en un acto celebrado en Castelló donde el director general de Sostenibilidad del ministerio, Pedro Antonio Ríos, presentó el estudio realizado para detener la regresión de este tramo del litoral.

Elaborado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, este trabajo propone tres alternativas de actuación cuyos presupuestos oscilan entre los 10 y 100 millones. No obstante, la opción que Costas dijo barajar como la "más viable" se apoya en la extracción de arenas en las playas del Port de Sagunt y Canet d'en Berenguer, así como la separación de todo el tramo de 26 km "con un espigón amplio" que crearía dos sectores: Uno al norte con gravas y otro al sur con arena. Desde el ministerio precisaron que esas extracciones en la zona sur "serían cada dos o tres años para alimentar el circuito, porque la erosión será en la parte norte y la acumulación en el sur".

Negociar con alcaldes y Consell

Esta alternativa tiene un coste próximo a los los 30 millones de euros y un periodo de ejecución de entre cuatro y ocho años. No obstante, como insistieron desde el ministerio, aún no hay nada cerrado y el propio director general de Sostenibilidad dejó clara su intención de reunirse en agosto con los responsables locales de los municipios afectados, y en septiembre, debatirlo también con la Generalitat.

Entre las alternativas del estudio hay una actuación de mantenimiento con un coste de 10 millones y otra que se dispara hasta los 100 millones, "un presupuesto demasiado elevado", según Ríos.

En esta última se apuesta por construir más de una decena de diques y aportar cinco millones de metros cúbicos de arena que, por el momento, "no están disponibles", como admitió el director general.

Todas estas opciones fueron presentadas a los responsables de los municipios afectados, entre los que estaba el edil de Playas de Sagunt, Paco Villar. Este aseguró que, en ese acto, los responsables de Costas no llegaron a decantarse por ninguna alternativa "sino que las expusieron todas". Por ello, creía que "aún es pronto para hacer valoraciones porque se han planteado muchas opciones que el ayuntamiento tendrá que estudiar". Lo que sí le aseguraron, según indicó, es que ninguna de ellas afectaría a la calidad de la arena. "Ahora habrá que ver como afecta cada una a la estabilidad de la playa y los impactos", decía.

Los 26 km de costa "más erosionados de todo el Mediterráneo"

"Las playas entre Borriana y Sagunt acabarán siendo de grava si no se actúa". Con esta claridad se expresó ayer Raúl Medina, el director del estudio elaborado para el ministerio por el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria. Medina alertó además de que esos 26 kilómetros de costa son los que "más erosión tienen y han tenido de todo el Mediterráneo" y, quizás esa singularidad ha llevado a hacer "un estudio único por su magnitud y detalle, con una resolución que da información puntual cada 10 metros".

A la espera de concretar qué solución se escogerá entre las tres planteadas, se aclaró que requerirá un estudio de evaluación de impacto ambiental pues afectará a zonas protegidas. Respecto a los lugares de aportación de arenas, el director general de Sostenibilidad admitió que se tienen localizados dos bancos en el litoral de Valencia pero que no saben si van a poder contar con este recurso.