La erosión marina no perdona ni a las calas con más encanto de la Marina Alta. La playa de la Fustera de Benissa, tras varios días de oleaje, se ha quedado sin buena parte de su arena. El mar se ha tragado más de la mitad de la arena con la que está playa inició el verano. Ahora ha quedado al descubierto, sobre todo en la orilla, la plataforma de hormigón que en los años 80 realizó la Dirección General de Costas al tiempo que construía dos espigones que debían proteger la playa de los temporales de levante. Esos diques están totalmente destruidos y ahora el efecto es el contrario. Las corrientes marinas se tragan la arena. El Ayuntamiento de Benissa preparaba ayer un dossier para enviar a Costas y exigir, por una parte, una regeneración urgente de la cala y, por otra, que tras el verano se construya un espigón de abrigo que estabilice la playa.

El alcalde, Juan Bautista Roselló, del PP, recordó ayer que ya llevan años reivindicando que se haga ese dique. Dijo que el ayuntamiento, antes de cada verano, repone la arena, ya que Costas no lo hace. "Hemos consultado a técnicos y está claro que la solución definitiva es la de construir ese espigón que frene los temporales de levante", insistió Roselló, que lamentó que Costas hasta ahora eluda su responsabilidad de regenerar esta importante playa de Benissa.

El oleaje continuaba ayer en esta atractiva cala, que tiene bandera azul. Ayer también ondeaba la bandera amarilla al estar el mar revuelto. Los turistas tuvieron que poner sus sombrillas y toallas en la zona más próxima al paseo, que es donde todavía queda arena. El mar se ha tragado en pocos días varias toneladas de arena.