Presentado el 28 de enero de 2003 con el compromiso de acabar las obras en 2007, el Plan de Acción Territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (Patricova) se encuentra aún hoy muy lejos de su finalización. Una de las administraciones que firmó aquel acuerdo, la Generalitat, no ha finalizado a fecha de hoy ninguna de las obras que prometió tener listas hace cuatro años. Únicamente el encuanzamiento del barranco del Tramusser, entre Benifaió, Almussafes y Sollana, avanza hacia su finalización.

El nefasto balance lo aireó ayer el diputado de Infraestructuras del PSPV en las Corts, Francesc Signes, en un encuentro en Alzira donde mantuvo que el Consell tiene el plan "paralizado". Signes cargó contra el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, que hace 15 días denunció la falta de limpieza del barranco de la Casella en Alzira, que el jueves inició la CHJ."Castellano ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo", resumió el diputado. La viga en el ojo del Consell a la que se refirió Signes son los 400 planes municipales contra inundaciones sin ejecutar en toda la Comunitat Valenciana y los 200 millones de euros por invertir en la Ribera a los que obligaba el Patricova. "Con el canon de la Fórmula 1 ya tendrían el 35% de las obras en la Ribera y de las 85 obras previstas en toda la Comunitat han realizado siete", detalló. El secretario de Organización del PSPV en Alzira, Fernando Pascual, reclamó a la alcaldesa, Elena Bastidas, que exija la conclusión de estas obras. "No queremos consellers alarmistas que no están a la altura de las circunstancias", dijo Pascual, quien reclamó a Bastidas que explique qué piensa hacer en el barranco de la Casella ya que el ayuntamiento es el responsable como agente urbanizador del PAI de Vilella, recordó.

Entre las obras que el Consell tiene por ejecutar figuran el badén en la carretera CV-422 en Llombai, el encauzamiento del barranco de Alginet y sus afluentes, Forca, Senyor, Agua y Berenguera, una obra considera de prioridad "alta" porque sus avenidas afectan a puntos críticos como infraestructuras viarias y áreas urbanas e industriales en Alginet, Algemesí y Sollana. Tampoco se ha iniciado el encauzamiento del barranco de Barxeta en su tramo final desde Carcaixent hasta la desembocadura en el Xúquer, ni el de la Casella, ni la protección del polígono industrial Algemesí. La misma suerte han tenido las obras previstas en el encauzamiento del Sellent entre Cotes y Alcàntera de Xúquer o la restauración hidrológica y forestal de 73.536 hectáreas del Xúquer y otras 655 hectáreas del barranco de l'Estret o la eliminación del badén de la carretera CV-50 con la construcción de un nuevo puente en los barrancos de la Casella y l'Estret para evitar inundaciones en la carretera que une Tavernes, Alzira y Carcaixent.