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La Guardia Civil tuvo que intervenir la semana pasada en el Ayuntamiento de Benetússer después de que la Policía Local negase el acceso a la sala de plenos a varios miembros de Compromís que pretendían grabar en video la sesión para después colgarla "íntegra" en la web de la coalición. Su intención es que "los vecinos conozcan de primera mano qué sucede" en el consistorio, según Remedios Navarro, la que fuese candidata a la alcaldía por Compromís y que en mayo apenas se quedó a 0,2 votos de obtener un escaño. Tras negarle la entrada, la mujer denunció los hechos ante el juzgado de guardia de Catarroja.

No obstante, la de la semana pasada no fue la primera vez que se topaba con impedimentos para grabar las sesiones plenarias. Y es que, en agosto ya fue desalojada del consistorio por la Policía Local tras ser requerida por el teniente de alcalde, el popular Luis Adell. Él fue también quien, la semana pasada, ordenó a los agentes que le impidiesen el acceso con cámaras, tal como consta en el oficio que la Polícía Local entregó a Navarro.

El 20 de julio, Compromís decidió acudir al primer pleno de la legislatura y grabar lo que allí ocurriese. Tras esta primera actuación, la coalición política volvió a acudir el 5 de agosto al consistorio con la cámara de video. Y fue ahí donde empezaron los desencuentros.

El teniente de alcalde, Luis Adell, "se acercó y dijo que, si no salía la cámara, tendría que llamar a la Policía Local". Tanto Navarro como otros miembros de Compromís se negaron y los agentes los desalojaron . Sólo pudieron filmar cinco minutos que contabilizaron casi 200 visitas. Pese a que la que fue candidata por la coalición política esgrimió diversas sentencias -del Constitucional, el Supremo, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana-, e incluso echó mano de la Constitución, Chulià le contestó que "también había fallos judiciales desfavorables y que habría que elaborar un informe jurídico", dice Navarro.

La semana pasada, el día 22, estaba prevista una nueva sesión plenaria y recibió inmediata contestación desde el consistorio informándole de que en enero se elaboraría un reglamento para tratar el tema, pero sin prohibirle expresamente la filmación. Pero Navarro se encontró con la Policía Local esperándola.