Camilo Gregori, portavoz de la coalición Compromís per Almoines, se va a poner en contacto con el líder del PSOE, Javier Sabater, para que ambos partidos valoren la posibilidad de presentar una moción de censura que desaloje de la alcaldía a Toni Olaso, del PP.

Tres meses después de que Olaso recuperara la alcaldía de Almoines, a los partidos que forman Compromís (Bloc, Compromís e Iniciativa), se le ha acabado la paciencia. En buena medida, el detonante de lo que podría desembocar en moción de censura ocurrió el lunes de la semana pasada, cuando un concejal del PP ordenó a la Policía Local que desalojara a unas veinte personas de Compromís, entre ellos tres de los cuatro concejales, que celebraban una reunión para abordar los temas que se iban a debatir en el pleno del jueves. El alcalde, lejos de desautorizar al concejal que ordenó el desalojo, avaló su postura y llamó a los partidos a reunirse en sus respectivas sedes o en sus despachos municipales.

Pero no es ese el único motivo. Camilo Gregori, en un discurso pronunciado la noche del pasado viernes, aseguró que el Gobierno local del PP es "un reino de taifas", que los vecinos no saben cuándo pueden hablar con los concejales o que las asociaciones locales ni siquiera reciben respuesta a sus peticiones o consultas. Ante esta situación "nuestra gente, la gente de Compromís, no puede quedarse de brazos cruzados, no es nuestro estilo", dijo Gregori, para quien la alternativa es "intentar de nuevo un pacto de progreso con el PSOE".

Lo de "intentar de nuevo" no es una frase vacía, y el portavoz de Compromís bien que lo sabe. Después de las elecciones municipales su partido y el PSOE trataron de llegar a un acuerdo para gobernar el municipio con los siete concejales que suman (4 de Compromís y 3 socialistas) pero todos los intentos fracasaron, lo que permitió al PP, el partido más votado y también 4 representantes, ganar la alcaldía en el pleno del 11 de junio pasado.