El pleno del Ayuntamiento de Xeraco, a propuesta del Bloc y con los votos de este grupo y del PSPV-PSOE, aprobó la noche del pasado jueves una moción que prohíbe a los concejales, incluido el alcalde, participar en ningún acto de carácter religioso ostentando su cargo institucional. Obviamente, quienes deseen acudir a celebraciones de la Iglesia podrán hacerlo, pero siempre a título individual. El grupo nacionalista presentó esa propuesta basándose "en el principio constitucional de aconfesionalidad de las instituciones", y el portavoz de ese partido, Francesc Serralta, añadió que también ha influido el hecho de que hoy en día "se exhiba mucha hipocresía", en referencia a cargos públicos "que casi nunca van a misa y aprovechan las procesiones o las fiestas para lucir el traje". En contra de la moción votó el PP, partido que gobierna la localidad pero que no goza de mayoría absoluta.

La reacción del alcalde, Avelino Mascarell, ha sido inmediata. Ayer, la primera autoridad local lamentó especialmente la actitud de los socialistas y recordó que su antecesor, Ferran Bofí, participó durante los doce años que fue alcalde en las procesiones de las fiestas locales y, en cambio, el jueves votó a favor de la moción del Bloc. "Es pura hipocresía", señaló Mascarell, quien recordó que los dos partidos políticos que ahora están en la oposición habrían podido presentar y aprobar la moción hace años y no lo hicieron.

En cualquier caso, Avelino Mascarell ya anuncia que no cumplirá el mandato del pleno. El alcalde de Xeraco seguirá ostentando el cargo que ocupa en actos religiosos, y ayer recordó que él participa de las celebraciones religiosas desde hace muchos años. "Que yo sepa, las procesiones están presididas por la imagen, y detrás de ella vamos el sacerdote, el juez de paz, la policía local y el alcalde", señaló.

Mascarell indicó que el PP de Xeraco y sus concejales "seguirán apoyando los actos religiosos porque representan el sentir mayoritario de los vecinos", y añadió que su grupo es "contrario a utilizar la religión como arma política" como, según entiende, ha hecho ahora la oposición.

Se da la circunstancia que esta misma moción del Bloc fue llevada a pleno el pasado mes de julio, pero fue retirada del orden del día al comprobar que faltaba una concejala del PSOE.