La colocación y posterior retirada de una cuatribarrada gigante desde el balcón del Ayuntamiento de Sagunt ha dinamitado la relación del PP que gobierna en minoría con uno de sus mayores aliados en los últimos plenos, el Bloc.

El partido nacionalista valoraba romper su relación con el equipo de Alfredo Castelló ante su "menosprecio" a la bandera de la ciudad, al haber ordenado su inmediata retirada del edificio municipal en cuanto la vio ondeando poco antes del acto institucional previsto a en la plaza colindante con motivo del 9 d' Octubre.

La enseña había sido colocada minutos antes por los nacionalista sin previo aviso. Ésta no era la primera vez que el Bloc de Sagunt realizaba este gesto "para reforzar la fiesta", como explicaba a Levante-EMV, la responsable local del Bloc, Teresa Garcia, quien apuntaba que en otra ocasión "ya estaba de alcalde Alfredo Castelló y no hubo ningún problema".

Sin embargo, esta vez, la enseña acabó requisada en dependencias de la policía local pues, por mucho que insistió el Bloc, incluso al alcalde, no hubo manera de recuperarla y, menos, de volverla a colgar.

Los nacionalistas han arremetido contra esta acción que han calificado de "autoritaria, intolerante y prepotente, además de una grave muestra de ignorancia y prejuicios hacia las señas de identidad del pueblo al que representa". Al margen de creer que "estas muestras de prepotencia sobran cuando el PP está en minoría", el BNV remarcaba que "en otras fiestas y durante mucho tiempo" la bandera de Segregación Porteña ha ondeado "sin que pasara nada" en dependencias municipales e incluso durante actos oficiales.

"Es intolerable que este alcalde haya consentido que otras formaciones políticas descuelgan símbolos no oficiales y segregacionistas en actos institucionales. Que incluso haya tolerado insultos hacia los ciudadanos de Sagunt y que cuando el Bloc-Compromís participa de la vida pública del pueblo descolgando recordamos la bandera de la Ciudad de Sagunt, se nos trate como delincuentes. Es inaudito que el señor Castelló tenga más respeto por los símbolos segregacionistas que por la bandera de su ciudad".

El alcalde, por su parte, consideraba que el gesto de los nacionalistas había sido "una farsa". "No fue más que una utilización maliciosa de la bandera de la ciudad.. Es una vergüenza lo que pasó. No se puede engañar ni mentir a la ciudadanía de esta forma tan ruin. La bandera que colgaron no era la saguntina. El único problema es que ellos no aceptan la señera, la bandera de todos los valencianos. Es una vergüenza política. Y ahora son todo excusas y mentiras. Es deplorable".