Tiene 85 años pero está inmerso en la promoción de su último cortometraje, "La muñeca". Es Cirilo San Miguel, un argentino residente en Sagunt que ha conseguido que alrededor de 20 personas se hayan puesto a sus órdenes para dar forma a un drama de ficción que ya se ha presentado en varias localidades de la provincia, como Burjassot o Alzira, y que el próximo día 24 se proyectará en la Universitat de Valencia.

Este octogenario que ha hecho de director, guionista y actor en "La muñeca", tiene ya en marcha otros proyectos. En concreto, dos: "La piedra negra" y "Los medievales". En estos cortometrajes Cirilo explora sus inquietudes sobre la vida valiéndose de un surrealismo que le permite realizar metáforas y que le lleva incluso hasta coquetear con la ciencia ficción y los extraterrestres. Cuando aborda estos dos últimos proyectos, Cirilo reflexiona sobre muchos aspectos hasta llegar a la conclusión de que "en cada ser humano está metida toda la historia de la humanidad".

Pintor, escritor y hasta piloto son algunas de sus otras facetas. "Soy un tipo curioso que me dedico a una serie de actividades que me producen satisfacción", dice sobre sí mismo. "Cuando uno es curioso, la vida te lleva a muchos lugares", añade. A él, en particular, le ha hecho vivir en Ecuador, Bolivia, Perú, EE UU, Colombia, Venezuela o México. Además, habla español, inglés, francés, italiano y hasta se atreve en la intimidad con el valenciano.

Afincado veinte años en España, lleva diez en Sagunt, en la residencia para mayores de la Virgen de los Desamparados. Allí, además de su habitación, ha conseguido disponer de un sótano donde puede desarrollar sus actividades artísticas con tranquilidad. Siempre activo, este octogenario posee una vitalidad y un compromiso social que le ha acompañado toda su vida.

Problemas con el Ku Klux Klan

En su juventud trabajó en la Nueva Orleans de mediados del siglo pasado. Allí participó en un programa estatal que trataba de mejorar la educación de los niños de las áreas desfavorecidas y combatir el racismo latente en las calles de la ciudad estadounidense.

Atraído desde bien pequeño por el campo intelectual y artístico, Cirilo fomentaba las inquietudes artísticas de los niños, en su mayoría pertenecientes a la comunidad negra. Recuerda con cariño cuando los llevó al Delgado Museum de Luisiana. "Me preguntaron si ellos podrían entrar en el museo y yo les contesté que claro". Cirilo confiesa cómo el cuadro de una mujer desnuda fue la pintura que más atrajo la atención de los niños que la miraban con vergüenza. Tanta fue la implicación de este argentino a favor de la comunidad negra que llegó hasta enemistarse muy seriamente con el Ku Klux Klan.

Ahora, se centra en los proyectos cinematográficos que lleva a cabo con los "Osos Pardos", "un grupo heterogéneo de personas tirando más bien a una edad madura que han encontrado en su madurez el momento perfecto para satisfacer su curiosidad". Y es que pese a sus 85 años recién cumplidos, Cirilo en su cortometraje "La muñeca" da un ejemplo de vitalidad y demuestra que no existe edad ni condición tan negativa como para impedir a las personas disfrutar de las cosas buenas de la vida.