Algemesí vivió ayer una jornada festiva. Un volteo general de campanas en todas las parroquias de la ciudad anunciaba a primera hora de la mañana la declaración de la Festa de la Mare de Déu de la Salut como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La resolución del comité de expertos de la Unesco reunido en Bali (Indonesia) se adoptó por unanimidad y sin apenas debate sobre las 3,30 de la madrugada, hora española, en base al "valor cultural" de una tradición que tiene su origen en el siglo XIII, que se ha transmitido "de generación en generación" y en la que continúa implicado todo un pueblo. "Es un premio a toda la ciudad", proclamó un emocionado, Vicent R. Garcia Mont, alcalde de Algemesí, que no dudó en calificar de "histórico" el día de ayer y situarlo en el plano de la historia local al mismo nivel que el hallazgo de la imagen de la Virgen en 1247, la consecución del título de independencia concedido por Felipe II en 1574 o del título de Vila Real en 1608. La Festa de Algemesí es la tercera manifestación cultural valenciana que obtiene este reconocimiento internacional tras el Misteri d'Elx y el Tribunal de les Aigües.

La declaración de la Festa como Patrimonio de la Humanidad no por esperada -había un optimismo generalizado- restó un ápice de emotividad a la jornada de ayer y, aunque el Patronato había decidido posponer cualquier festejo hasta el 8 de diciembre, el volteo de campanas celebrado tanto a las 8 de la mañana como a las 12 del mediodía -en este caso acompañado del disparo de salvas- congregó en la plaza a numerosos vecinos que irradiaban alegría.

"Es lo máximo a lo que un pueblo puede aspirar", señalaba Tomás Pla, que ejerció durante 30 años como "mestre" de la Muixeranga. Mientras una abuela paseaba a un bebé con el traje de "muixeranguer", Vicent y María, dos niños que pertenecen al grupo por tradición familiar -su bisabuelo fue "mestre muixeranguer" en los años cincuenta- demostraban sus habilidades con las torres humanas, el elemento de la fiesta que mejor la identifica. "La gente creo que no acaba de asimilar lo que este logro representa para un pueblo como éste", comentaba el actual "mestre", Juan Beltrán.

La concentración de público en la plaza y la aparición de la lluvia provocó que se abrieran las puertas de la Capilla de la Comunión donde los asistentes entonaron el himno de la Mare de Déu. "Seguro que en el cielo hoy habrán hecho una Muixeranga", comentó el rector de la basílica, Jesús Corbí, que quiso recordar a todas las personas que durante generaciones y generaciones han trabajado por la fiesta y que no podían disfrutar de este momento. Los asistentes respondieron con aplausos.

Tras esta celebración espontánea, autoridades y patronato se desplazaron al ayuntamiento, un acto que tampoco se quisieron perder algunos vecinos. "¿Dinar? Hui dinarem Mare de Déu, que açò no passa tots els dies", comentaba una mujer mientras subía hacia el salón de sesiones.

El alcalde de Algemesí destacó el buen trabajo realizado ya que la candidatura de la Festa no había provocado ninguna objeción en todo el proceso y tuvo palabras de agradecimiento para las "más de 1.500 personas" que a través de diferentes colectivos conforman la Festa "porque son los verdaderos protagonistas" de lo que no dudó en calificar como una fiesta "única".

El poder del fervor popular

Garcia Mont destacó que si durante el proceso de promoción de la candidatura la Festa de la Mare de Déu ya había traspasado fronteras esta declaración de la Unesco representa un espaldarazo definitivo a su proyección internacional ya que la llevará a todos los rincones del mundo y propiciará una mayor afluencia de público que, según dijo, también se enriquecerá de esta ancestral manifestación cultural que destaca por su "plasticidad, colorido y por la implicación de toda la ciudadanía", indicó. "El fervor de la gente es la máquina que mueve el tren que nos ha llevado a ser Patrimonio de la Humanidad", incidió el alcalde, que reconoció haberse emocionado y soltado alguna lágrima por el ambiente que se generó en la plaza Mayor cuando a las 8 de la mañana repicaron las campanas para anunciar el comienzo de una jornada histórica.

Tras los pasos del Misteri d'Elx y el Tribunal de les Aigües

La Festa de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí se convirtió ayer en la tercera manifestación cultural valenciana que la Unesco declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que ya tienen el Misteri d'Elx y el Tribunal de les Aigües de Valencia. En toda España apenas hay otras seis, incluyendo la dieta mediterránea que España comparte con otros países. Se trata de la Patum de Berga, una representación que tiene lu gar en la festividad del Corpus Christi; el silbo canario, el flamenco, los "castellers", que precisamente tienen su origen en la Muixeranga de Algemesí y el Cant de la Sibil·la de Mallorca.

Otras de las manifestaciones culturales de otros paises que han sido declaradas en Bali Patrimonio de la Humanidad son la música mariachi, el fado portugúes, el teatro de las sombras chino; el Mibo no Hana Tauc, un ritual de transplante del arroz que se realiza en Hirosima (Japón), el canto y la música becarac de Croacia Oriental, el duelo poético de Chipre o los conocimientos tradicionales de los chamanes jaguares de Yurupari (Colombia).