Cuarenta vecinos de Castell de Guadalest han declarado ante notario haber recibido nada menos que cerca de medio millón de euros, en metálico, de manos del exalcalde popular del pueblo, Juan Bautista Balaguer. Además, afirman que éste les dio a cada uno un recibo con la cantidad entregada, que aún guardan, y cuyo montante total cubriría el más de medio millón de euros que el Tribunal de Cuentas le reclama al exalcalde, al secretario y al tesorero del ayuntamiento por las irregularidades cometidas en el cobro de entradas a la casa-museo Ortuña y por aparcar en una zona de estacionamiento municipal. Dos fuentes de ingresos cuya recaudación guardaba en su casa el exalcalde del pueblo, que jamás fueron depositadas en las arcas municipales, y cuyas cantidades nunca fueron tampoco registradas en el consistorio.

Los pagos en metálico del alcalde a los vecinos correspondían a las devoluciones de los importes que más de una década antes habían prestado al Ayuntamiento para poder comprar la citada Casa Ortuña, convertida después en museo municipal, explicó ayer el letrado defensor del exprimer edil, Agustín Rivera.

Cabe destacar que en 1994, los 125 millones de las antiguas pesetas abonados para dicha compra, conseguidos con las aportaciones de los vecinos, fueron consideradas como donaciones. Pero en 2004, a instancias de la denuncia de uno de los vecinos, una sentencia avaló que tales ingresos habían sido un préstamo. Con la entrada de la nueva Corporación en 2007 esas deudas fueron reconocidas oficialmente. Según afirman los vecinos, el alcalde ya había empezado a devolver parte de la deuda, a través de la recaudación del cobro del parking y de las entradas del museo municipal.

Ayer, seis de esos vecinos tuvieron que ratificar su versión ante la juez del Juzgando número 3 de La Vila, lugar donde les exhortó a ello el Tribunal de Cuentas que investiga la causa desde Madrid.