La empresa Ferrobús ha presentado en el Ayuntamiento de Algemesí una solicitud de licencia para derruir las antiguas instalaciones de la cooperativa agrícola Copal, ubicadas en una zona de expansión del municipio.

La intención de la constructora, que ya se ha reunido con los gestores municipales, es comenzar la demolición de las naves con la llegada del nuevo año, lo que supone una decisión de gran calado en plena parálisis del sector porque la demolición de la antigua sede de la Copal es el punto de partida de un proyecto más ambicioso, que aspira a desarrollar un plan urbanístico con zona comercial y unas 700 viviendas.

La intención es urbanizar la zona, de unos 100.000 metros cuadrados de aprovechamiento urbanístico, y destinarla a uso terciario (comercial), viviendas de VPO y renta libre. Además, el consistorio estudia ceder la parcela que quede en propiedad municipal para la construcción de un hotel que permita dar alojamiento al aumento de visitantes que el consistorio prevé con la declaración de la Festa de la Mare de Déu como Patrimonio de la Humanidad. "Además, el hotel es una instalación necesaria para el alojamiento de los profesionales que acuden a los polígonos y también porque cada vez viene más gente a Algemesí por temas empresariales y porque tenemos el club de balonmano en categoría nacional o el de piragua que también es puntero", según el alcalde de Algemesí, Vicent R. García Mont.

Adaptar el plan urbanístico

A falta del proyecto definitivo ya que está previsto incluir alguna modificación apara adaptar el presentado antes de la crisis a la actual coyuntura económica, la previsión es que aquella superficie pueda albergar un mínimo de 700 viviendas . "Es una zona que permitirá urbanizar, mejorar y adecentar los accesos a la ciudad y después con el tiempo ir construyendo poco a poco como se ha hecho en el Pla que se inició en 2001 y se ha quedado una zona muy arreglada", señaló el alcalde. La empresa, que tiene interés en iniciar rápidamente la demolición porque ha de hacer frente a un crédito, según otras fuentes municipales, estaba a la espera del nuevo Plan de Ordenación Urbana (PGOU) que el Consell desatascó antes de las elecciones del pasado mes de mayo y que el pleno en una reciente sesión aprobó uno de los documentos definitivos para su puesta en marcha.

El proyecto del Ferrobús se remonta a 2005 en época de gobierno socialista cuando se puso en marcha un acuerdo a tres bandas entre el ayuntamiento, la cooperativa y la empresa constructora que permitió la instalación de la Copal en su actual ubicación a cambio de que parte de los antiguos terrenos de la cooperativa se destinaran a zona comercial, viviendas de VPO y zonas ajardinadas. A cambio, Ferrobús se quedaba una parte para la venta de viviendas de renta libre.