El corresponsal de Levante EMV que cubría la información de la declaración del alcalde de Riba-roja, Francisco Tarazona, fue agredido por la concejal de Medio Ambiente Raquel Argandoña y zarandeado por el propio Tarazona a las puertas del juzgado de Llíria. El periodista se acercó a Tarazona para hacerle una fotografía tras su comparecencia ante el juez como imputado por un presunto delito de prevaricación especial. Cuando el alcalde y sus concejales se dieron cuenta de la presencia del periodista con una cámara fotográfica esperándoles, se detuvieron unos minutos en el salón del juzgado para estudiar la manera de salir del edificio sin ser fotografiados.

Acto seguido, Tarazona salió escoltado por sus concejales, para evitar ser fotografiado. Cuando el periodista intentó hacer la fotografía la concejal de Medio Ambiente le propinó un manotazo a su cámara, y acto seguido el alcalde le zarandeó gritando "qué cojones queréis de mi".

El secretario general del PP de la Comunitat Valenciana, Antonio Clemente, mostró su rechazo a la reacción de Tarazona, se comprometió a aclarar el incidente con el alcalde de Riba-roja y argumentó que el comportamiento no fue el adecuado aunque se hubiera producido en un momento de nerviosismo tras comparecer ante el juez.