El antiguo humedal del Saladar de Xàbia, que está junto a la playa de l'Arenal, continúa siendo en plena crisis un apetecible bocado urbanístico. Al PAI de 1.716 viviendas que las promotoras Parque Azul y Salvador Vila quieren desarrollar desde hace años en el Saladar parece que no le pasan factura ni el tiempo ni las vicisitudes del sector del ladrillo. El interés por sacar adelante este plan urbanístico y, sobre todo, adelantarse a que el nuevo Plan General pueda proteger la zona, ha llevado a estas empresas a apelar al silencio administrativo para que se apruebe este PAI, que afecta a medio millón de metros cuadrados. Sin embargo, el pleno de Xàbia ha reaccionado rápido. Tanto el equipo de gobierno (PSPV, Xàbia Democrática y CpJ) como la oposición (Bloc-Centristes, PP y grupo mixto) rechazaron en el pleno ordinario del jueves la pretensión de las mercantiles Crysty Invest y Salvador Vila de entender que el silencio de la administración daba vía libre a su PAI. El concejal de Urbanismo, Pere Sapena, aclaró ayer que, en este caso, las empresas no podían apelar a esa vía del silencio, ya que no se trata de una simple licencia, sino de una homologación-modificativa del PGOU de 1990.

Este programa prevé la construcción de un gran lago en medio de los adosados y apartamentos para recoger el agua que los barrancos llevan hasta el Saladar. El Patricova advierte de que en la zona hay riesgo de inundación y, de hecho, cuando se producen lluvias torrenciales este antiguo humedal queda anegado durante meses.

El PAI se ha vuelto a reactivar tras alzarse hace un año la suspensión de licencias de 2005 y la posterior del planeamiento. Sus promotores temen que el nuevo Plan General desclasifique el Saladar. Cuando el pleno de Xàbia aprobó el documento consultivo del nuevo PGOU, el partido que entonces tenía la alcaldía, Bloc-Centristes, ya forzó que este antiguo humedal figurara entre los parajes a proteger.

Preservar o no el Saladar será uno de los grandes debates en la redacción del Plan General. El ayuntamiento ya ha recibido el documento de referencia y ahora debe hacer el informe de sostenibilidad. Las promotoras han pretendido sin éxito tirar por el atajo del silencio administrativo.