Un grupo de químicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que trabaja en Valencia, dirigido por Sergi Puig Todolí, de l'Alqueria de la Comtessa, ha abierto una nueva vía a la lucha contra al cáncer.

Técnicamente, su descubrimiento consiste en haber revelado cómo afecta el hierro a la molécula de ácido desoxirribonucleuco (ADN), pero en palabras que entiendan la mayoría de las personas, el hallazgo avanza en el conocimiento del mecanismo que permite la reproducción de una cécula cancerígena y, paralelamente, en cómo evitar que eso se produzca. Sergi Puig y los otros investigadores buscan, en definitiva, un "cortafuegos" a la patología cancerígena que se cobra la vida de las personas.

Con Puig están Nerea Sanvicens y Mari Carmen Bañó, ambas de la Universitat de València, y Myugxia Huang, una investigadora de origen chino que trabaja en la Universidad de Colorado, en los Estados Unidos. Su trabajo acaba de ser publicado en la prestigiosa revista "Mollecular Cell y ha causado una considerable repercusión en el mundo científico.

Sergi Puig, de 40 años, especializado en bioquímica y en parte formado en los Estados Unidos, fue cauto al comentar su descubrimiento a Levante-EMV, pero reconoce que se trata "de una de las muchas estrategias en marcha para evitar la duplicación de las células cancerígenas". Con el resto del equipo que dirige siguen invesigando en la misma línea.

Su trabajo ha consistido en el hallazgo del mecanismo de discriminación que usa una proteína, denominada "cth2", que es la encargada de "decidir" qué procesos químicos tienen lugar en la célula cuando se produce una falta de hierro. Si en las futuras investigaciones se pudiera "domesticar" esta proteína mediante fármacos u otros procesos médicos, el hombre podría robarle el hierro a la célula cancerígena que pretende reproducirse. Así, la ciencia evitaría que, tras haber detectado un tumor, este pudiese extenderse por el cuerpo humano sin la necesidad de matar o afectar a las células sanas, como ocurre en la práctica de quimioterapia y radioterapia.

Paralelamente, el equipo de científicos del CSIC de Valencia también busca otras aplicaciones médicas a su descubrimiento, entre las que se encuentra la posibilidad de obtener levaduras con una mayor cantidad de hierro que serían muy prácticas en el tratamiento de anemias.

Los investigadores han llevado a cabo sus descubrimientos en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos que el CSIC tiene en Valencia, pero ya se sabe que hace años la ciencia trabaja en red y el resultado final es fruto de actuaciones que se han desarrollado tanto en Valencia como en laboratorios universitarios de los Estados Unidos.