La amenaza de una multa de hasta 600.000 euros por jugar a las cartas con céntimos de euros ha provocado una auténtica fuga de socios en la peña de jubilados del Port de Sagunt Amigos de la Tercera Edad. La incertidumbre sobre cómo acabará ese expediente de la Generalitat Valenciana y el miedo a que, al final, tengan que asumir una abultada sanción ha hecho que muchos hayan dejado la entidad con el inicio del nuevo año, según aseguraba a Levante-EMV el presidente, Juan Jordán, quien admitía que las bajas hasta ahora ya superan el 26%.

Según aseguraba: "Pagamos solo una cuota de 25 euros al año que luego revierte en los socios en detalles como la caja de Navidad. Es poco y eso no hace que la gente se borre, pero el miedo a una derrama si hay multa, sí". De hecho, de los 527 socios que tenían en 2011 ya han perdido 135, en su mayoría "porque están asustados". Además, al no jugar con dinero, la caída de ingresos "es brutal" para esta entidad. "No sé cuánto tiempo nos vamos a poder mantener pues con ese dinero pagamos los gastos. Si esto no se resuelve, puede que solo duremos unos meses. La amenaza de la multa, realmente, está matando la peña", lamentan los dirigentes.

La misma asistencia al local ha caído en picado desde el pasado mes de noviembre cuando, como adelantó este periódico, la entidad recibió una advertencia de la Generalitat Valenciana para que dejara de organizar partidas de cartas donde cobraba 0,20 céntimos por participar, "sin perjuicio" de que les pudieran imponer una multa económica a raíz de un acta policial levantada en las instalaciones.

Aquella medida que les hizo ser noticia a nivel nacional, tras su publicación en Levante-EMV, y les llevó a contactar, entre otros, con el alcalde, Alfredo Castelló. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de noticias han hecho mella en la entidad, por más que la situación similar del año 2000 les hiciera albergar la esperanza de una solución favorable. Entonces, les multaron con 200.000 pesetas por jugar con dinero pero, un año después, el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 8 de Sagunt falló a su favor en una sentencia contra la que no cabía recurso alguno. La decisión judicial obligó a la Generalitat a devolverles el importe de la sanción con intereses, al no acreditarse el ánimo de lucro de las partidas. Ahora, el presidente de la peña insiste en que "sigue sin lucrarse" y que lo único que está en juego es la supervivencia de una entidad donde casi 400 mayores "se olvidan de los problemas y cobran vida".