El Ayuntamiento de Dénia se ha quedado sin técnico superior de Normalització Lingüística. Además, su Oficina de Promoció del Valencià está desde hoy descabezada. La alcaldesa, Ana Kringe, del PP, ha suspendido de empleo y sueldo durante 15 meses al citado técnico, Josep Andrés Torres. Este trabajador recibió ayer la última resolución de la alcaldesa. Le deniega la solicitud de suspensión temporal de la sanción y le comunica que hoy ya no acuda al ayuntamiento. Ese castigo de 15 meses sin empleo ni retribuciones supone mucho más. "La separación de funciones para un funcionario interino comparta la pérdida de su puesto de trabajo", indica la resolución. Por tanto, es un despido.

La sanción no parece proporcional a la supuesta falta que cometió este técnico. Hace unos meses se le abrió expediente por efectuar un informe sobre el uso (mejor dicho, no uso) del valenciano en la nueva señalización turística de la campaña municipal Dénia Shopping. El informe lo había solicitado el grupo municipal del Bloc y fue su portavoz, Josep Crespo, quien luego lo hizo público en una reuda de prensa. Pero al final quien ha pagado el pato es el técnico de Normalització Lingüistica. Se le imponen 12 meses sin empleo ni sueldo por "no guardar el debido sigilo respecto a asuntos que se conocen por razón del cargo o función".

Sin embargo, que estos rótulos comerciales habían desterrado el valenciano saltaba a la vista. Además, se utilizan mal los topónimos e incluso hay errores graves de ortografía. El técnico en su informe interno (fue el Bloc el que lo aireó) advirtió de que se incumplía la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià, así como varias disposiciones legales de la Generalitat sobre la promoción del valenciano.

Antes de hacer ese informe, el técnico ya avisó a la alcaldía de que esas señales olvidaban el valenciano. Pidió un cedé para corregir los carteles, pero no hubo respuesta. Y luego el propio Síndic de Greuges ha exigido al Ayuntamiento de Dénia que en la rotulación viaria utilice el valenciano "con carácter preferente".

En sus alegaciones, este trabajador municipal ha inferido del expediente y de la "desproporcionada" propuesta de sanción que se estaban tomando represalias contra él.

Los otros tres meses de suspensión de empleo y sueldo son por "desconsideración" a un superior jerárquico. El técnico reprochó en un correo electrónico a la jefa de gabinete de alcaldía que "recurriera a mentiras" Ahora se le sanciona no porque pudiera llamar mentiroso a un compañero, sino porque "el destinatario de las manifestaciones" es su superior, es decir, "la persona que gestiona y coordina la Oficina de Promoció del Valencià".

El castigo al técnico superior de Normalització Lingüística implica desmantelar la oficina del valenciano. Su responsable está a todos los efectos despedido. Ahora un auxiliar administrativo se hará cargo. Este desenlace daría para hacer otro informe sobre el interés que demuestra el gobierno local (PP y Centre Unificat) por promover el valenciano.