A primera hora de la mañana del 26 de diciembre, la alcaldesa de Carcaixent, Lola Botella, guardaba turno para acceder al Tribunal Superior de Justicia (TSJ), donde se celebraba una de las sesiones del juicio por cohecho al expresidente de la Generalitat, Francisco Camps. Aproximadamente una hora después, Botella seguía en el tribunal. Testimonios gráficos acreditan su presencia en la sala mientras declaraba el sastre.

Tres días después, Botella presentó al cobro en el ayuntamiento gastos por desplazamientos en taxi por Valencia de ese día, movimientos que coinciden con las horas de probable salida y entrada del TSJ. Según la documentación facilitada por la concejal de Units per Valencia, Ana Calatayud, la alcaldesa ha presentado dietas por valor de 66 euros, que corresponden a los 52,2 euros que se asigna a los miembros de la corporación por servicios que duren menos de 24 horas y a recibos de taxi.

La alcaldesa, Lola Botella, aseguró ayer a Levante-EMV que ese día acudió a la Conselleria de Turismo porque tenía una reunión con la titular del departamento, Lola Johnson. «Era lunes después de Navidad y yo estaba en Valencia desde el domingo y antes de ir a la conselleria estuve un momento en el juicio y me fue a la gestión que tenía que hacer que era con Lola Johnson», explicó Botella.

La alcaldesa dijo recordar que estuvo en el juicio a Camps antes de ir a la conselleria de Turismo, pero entre la documentación desvelada por la edil Calatayud se evidencia que la alcaldesa tomó un taxi a primera hora de la mañana.

«Si todo lo que ha descubierto la concejal es esto, pues que siga buscando», lanzó ayer la alcaldesa. Botella aseguró que no hay «nada de nada» y mantuvo que el juicio a Camps «es un acto público en el que yo tenía interés de estar porque es un compañero al que yo aprecio y quería estar allí».

La alcaldesa argumentó que nadie cuenta «los días que acabo a las 11 de la noche. Yo no me voy a esconder porque la dieta es por un desplazamiento a la conselleria y así consta. Ya estaba en Valencia y no tenía sentido volver a Carcaixent. Jamás he engeñado al ayuntamiento ni he tocado un duro que no sea mío», explicó.

Calatayud aseguró que Botella ha cobrado 3.115 euros en dietas y kilometraje desde julio. Entre los cobros realizados figuran, entre otros, desplazamientos al acto de proclamación de Camps, aunque recalcó que «no todos los ediles del gobierno lo hacen, hay quienes pasan lo mínimo al cobro». También hay dietas de 944 euros por un viaje a Francia «para negociar contratos de trabajo de ciudadanos de Carcaixent», de 52 euros por ir a Alzira, al hospital o a la Universidad Católica.