El intenso frío y el viento gélido que registró Turís ayer pudo ser una de las causas de que solo se lograra abatir siete jabalíes en la cacería que llevó a cabo un grupo de monteros. Las rachas de viento también impidieron a los perros de las seis realas participantes realizar bien su trabajo, mientras que los cazadores ataviados completamente con ropa de abrigo eran casi incapaces de realizar con ligereza cualquier movimiento.